Acarigua.- Hay personas que poco se conocen, aunque hacen un trabajo especial para sus congéneres. No lo hacen por dinero, mucho menos para lograr reconocimiento; su labor está impregnada de un sentimiento de aplicación de justicia que se manifiesta con la libertad, basada en la convicción intrínsecamente humana de que ese es el destino natural del hombre.
Eusebio Emisael Giménez ha protagonizado muchas de las noticias reseñadas por nosotros a lo largo de varios años, en los que, como abogado, se ha mantenido como un permanente defensor de aquellas personas que han sido calladas, minimizadas o encarceladas por pensar diferente y manifestar su opinión.
Para Giménez, la aplicación de los términos democracia, libertad, justicia, apoyo, respeto y valentía, ha sido el argumento que lo ha sostenido, proporcionando esperanza, sin condicionar su labor.
De origen muy humilde, autodidacta en su juventud, aficionado a la lectura y admirador de paladines mundiales como Mahatma Ghandi, Nélson Mandela y Lech Walesa —todos premios Nobel de la Paz, que dedicaron sus vidas a combatir sistemas de injusticia institucionalizada como el colonialismo, el racismo y el totalitarismo comunista—, Giménez se ha fijado objetivos que aporten a la juventud portugueseña y a la sociedad en general crecimiento con bases jurídicas sólidas y positivas, siempre pacíficas.

Actualmente, preside la delegación del Colegio de Abogados de Araure-Acarigua, liderando uno de los gremios importantes que sostienen la democracia.
Dedicado
Eusebio Giménez nació el 16 de diciembre de 1963, en Yaritagua, estado Yaracuy, en el seno de una familia de pocos recursos económicos, pero con muchos valores. Hijo de Sara del Rosario Giménez, Sixto Chirinos y su padre de crianza Domingo A. Rodríguez. Tuvo una niñez sencilla, con carencias y dificultades, por lo que, para ayudar, abandonó los estudios y comenzó a trabajar a los 16 años de edad.
Culminó la primaria en el Grupo Escolar Estado Guárico de Palo Negro, en Aragua. Su bachillerato lo inició en el liceo nocturno Andrés Bello de Maracay, ya que trabajaba en el día, y lo continuó en el Trino Célis Ríos de Palo Negro. Llegó a Acarigua en 1991 y terminó en el liceo José María Vargas, en la noche y por parasistema, siempre dedicado, porque estudiar y aprender, es para él absolutamente necesario.
“Trabajé como ayudante de mecánico y obrero, Seguí formándome, comencé haciendo cursos de contabilidad y luego pasé de los talleres a las oficinas de recursos humanos, en empresas privadas. Agradezco especialmente a mi vecina, la Lcda. Loyda Gutiérrez, su estímulo y guía. Ella me repetía: ‘Eres muy inteligente'”.
Muchos años después se dio el gusto de egresar de la Universidad Yacambú, con el título de abogado, mención Magna Cum Laude.
Recibió su título de abogado mención Magna Cum Laude.
“Solicité la entrega de títulos por obtener el mejor promedio de la promoción, y me especialicé en Derecho Laboral“, dijo orgulloso.
Pero fue por más y realizó diplomados en Seguridad y Salud Laboral, egresado de la Universidad José Antonio Páez; Gerencia Tributaria de la Universidad Central de Venezuela y Negocios Inmobiliarios de la Universidad Católica Andrés Bello. Actualmente está haciendo el doctorado en Derecho en la Universidad Fermín Toro de Barquisimeto.
La Universidad Yacambú le otorgó un reconocimiento por ser el mejor promedio de la promoción, en el año 2005, y también las alcaldías de los municipios Páez y San Rafael de Onoto en el Día del Abogado.
Nunca ha ocupado un cargo público, pero desde instituciones civiles y ONG, sigue forjando presente para lograr “un Estado democrático, de derecho y de justicia, con una economía estable”, afirmó.
Le hemos visto permanecer junto a las familias de jóvenes privados de libertad, y acudir a cualquier hora del día o la noche si se le solicita. Conocemos su labor en defensa de los que ni siquiera pueden pagar un abogado, dispuesto y sin miedo.
“Siempre he creído en el Estado de Derecho, el respeto de los derechos humanos; al no poder conseguir mis objetivos me siento frustrado. Ejerzo, basado en el respeto de la Constitución y la ley, exigiendo el debido proceso en las actuaciones que defiendo”, expresó.
En sus tiempos libres —dijo— escucha música, ve televisión, lee libros y sentencias de los tribunales, para seguir ilustrándose, informándose y formándose.
Progreso
Por supuesto, le gusta la política y no duda en decir que sí se postularía para un cargo de elección popular.
“Sí, es una manera de servir a la sociedad y al país”, agregó.
Hoy, como presidente de la delegación del Colegio de Abogados de Araure-Acarigua, se propone fortalecer el gremio y lograr el respeto por las leyes y la instituciones que la ejercen.

“Tengo como proyectos unir más el gremio, buscar los convenios para la seguridad social, impulsar la digitalización de la biblioteca y mantener los cursos de actualización y formación académica de los agremiados”, expresó Giménez.
Mi meta personal —agregó— es seguir trabajando a favor de los derechos humanos y, si es posible, desempeñar funciones públicas, para el desarrollo de la sociedad. (CNP 16.100)


