Acarigua.- Según el tarot, el año 2026 trae la energía del Mago, y este 1 de enero comienza el año universal 1, que representa un período de 9 años, donde se reinician prioridades, oportunidades y se pueden dar inicios a nuevas estructuras de vida.
La tarotista terapéutica Karly Núñez, afirmó que el 2026 “es un año para aprender a vivir la vida que quiero”, haciendo referencia a la lectura que, según las cartas, ofrece una visión de lo que serán los próximos 365 días.
Entre las principales recomendaciones que dio para recibir este nuevo año es saber “mirar nuestras emociones”, porque es un año donde las metas deben ir “alineadas” con el alma y “no intencionar” desde el miedo; es decir, proponerse acciones que vayan con el propósito de vida, “soltar la rigidez y el miedo al fracaso”.
Argumentó que el tarot terapéutico es una herramienta de autoconocimiento, “un viaje hacia nuestro interior; cada carta es una lámpara que alumbra cada rincón se nuestro interior, mostrando posibilidades, patrones y emociones que, incluso, pueden estar ocultos”.
Dijo que los arquetipos y símbolos son “un espejo para explorar el mundo interior, emociones, conflictos y patrones de pensamiento del consultante” y, una vez al comprender estos aspectos, se va digiriendo y aprendiendo para usar a favor toda esta información.
Explicó que en el tarot, al estar representado el 2026 por el Mago, envía el mensaje de “transformar” y, entre las palabras claves, está la invitación a “atreverse”, porque van a estar presentes muchos cambios, y los desafíos van a requerir de valentía y de “fuerza interior” para los efectos que esto conlleva.
Recordó que el ciclo 2016-2025 está por terminar y es un buen momento para cerrar e iniciar, crear y determinar metas para los próximos nueve años, que pueden ser de dinero y proyectos, los cuales deben estar alineados desde lo “que yo quiero”.
Recomendó trabajar estos proyectos desde el amor y la fe.
Asimismo, entre los datos claves señaló que el color del Mago es el dorado, su elemento es el cobre y la parte determinante del cuerpo es la cabeza (donde están las ideas y la parte consciente). El olor por excelencia de este año será el sándalo.
Rituales para recibir el año
Destacó que los rituales deben ir guiados con una intención real, para que ese deseo pueda acompañar por la acción y el movimiento de la energía.
Recomendó el ritual de liberación, que se puede hacer en lugares tranquilos, donde las personas estén dispuestas, “cada quien con su ‘yo interno’, lápiz, hoja y vela blanca”.
Dijo que cada persona anota todo lo que desea dejar atrás en el 2025, ejemplo “deuda, personas, hábitos, pensamientos” y luego pronunciar “no quiero en el 2026… y allí decir lo que se quiere dejar”.
Pidió estar consciente, leer en voz alta para dejar lo que no suma y, acto seguido, encender la vela y quemar esa carta, que es un ritual terapéutico porque el fuego transmuta, y ver como se consume el papel, también.
El ritual de la canela en polvo, es otra sugerencia. A la medianoche, tomar canela en polvo en la mano derecha, ir a la puerta de la casa y esparcir la canela de afuera hacia dentro, diciendo la afirmación: “cuando esta canela ingrese a mi hogar, la abundancia, prosperidad y abundancia entra conmigo al 2026”. Aconsejó dejar así 24 horas, sin barrer.
Un tercer ritual es la siembra de semillas del 1 al 6 de enero, con las intenciones del 2026, para lo cual recomendó escribir en una hoja todos los deseos y dar gracias a Dios por la salud, y así sucesivamente por todo lo que se quiere.
Luego, buscar semillas y sembrar una por cada intención: “diez intenciones, diez semillas” de granos u otros, y puede ir en un matero.
Finalmente, recomendó vestir o usar colores según la intención para el año nuevo, ejemplo: el rojo para el coraje, dorado para el liderazgo y éxito, esmeralda para activar la energía, naranja para dar impulso a proyectos nuevos y blanco para reiniciar, entre otros. (CNP 13.114)

