Acarigua.- Aunque se espera una cosecha de maíz superior a la de años anteriores, los rendimientos para este 2022, siguen estando por debajo de las expectativas que tenían los agricultores al inicio de la siembra y posiblemente, en promedio, estén por debajo de los 5.000 kg/ha en Portuguesa.
La recolección de maíz ha arrojado que existen tres principales limitantes que frenan los rendimientos: el mal drenaje, las deficiencias en la siembra y la poca fertilización nitrogenada, casos que se replican en muchas de las unidades de producción que ya iniciaron el proceso de cosecha.
Ramón Elias Bolotin, directivo de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), argumentó que este año las fuertes lluvias hicieron estragos en muchos lotes con deficientes drenajes y los correctivos no pudieron realizarse por maquinaria paralizada y altos costos de gasoil y aceite.
«Los suelos de Portuguesa son muy fértiles pero también muy mal drenados por ser excesivamente planos. La mayoría con pendientes menores del 0,10 % cuando, para drenar bien, se requieren pendientes superiores al 0,15 %. Por eso tiene vital importancia la oportuna nivelación del terreno, los bancales bien conformados y la eficiente canalización de las aguas de escorrentía», explicó.
Asimismo, señaló que la deficiente labor de siembra también se corrobora porque se pierden a cosecha más del 30 % de las semillas plantadas, cuando lo deseable es que sea menos del 10 %.
El agricultor mencionó que la falta de nitrógeno afectó de nuevo la siembra de maíz. “Este año en Portuguesa, cuando mucho, los lotes apenas recibieron 300 kg/ha de urea, es decir 138 unidades de nitrógeno. Si se asume que en promedio se pierde el 30 %, entonces el cultivo aprovechó menos de 100 kg/ha de nitrógeno. La ciencia dice que por cada 1.000 kg de granos producidos, el cultivo de maíz necesita 20 unidades de nitrógeno», explicó.
Sin embargo, Bolotín destacó el esfuerzo de los agricultores en mantenerse produciendo en las actuales circunstancias, asumiendo costos de mantenimiento de vialidad rural, vigilancia, escaso financiamiento y déficit de maquinaria. (CNP 18.050)