Decir que con la contratación de Yadier Molina los Navegantes del Magallanes reventaron la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), no nos referimos a una exageración; su arribo es un hecho sin precedentes en nuestro principal circuito de pelota.
Cierto que en este cónclave hombres como Roy Campanella, Bob Gibson, Pete Rose, Jim Hunter, Sparky Anderson, Tom Lasorda, Rod Carew y Roy Halladay por mencionar algunos y todos en el Salón de la Fama, han sido parte de este cónclave, pero la gran diferencia respecto a Molina, es que cuando vinieron ninguno de ellos tenía garantizado un puesto en el Nicho de los Inmortales.
Es decir, su camino a la inmortalidad aún no estaba construido como si ya lo tiene erigido el hermano menor de Bengie y José Molina.
Estas circunstancias hacen que su contratación para asumir las riendas de los azules, sea todo un suceso en la LVBP, eso sí, independientemente de los resultados, que serán harina de otro costal, a lo que nos referimos con acentuado énfasis, es en el perfil de Yadier.
¿Cuántas veces en la LVBP ha llegado para su primera experiencia como piloto, un exreceptor con sólido perfil de Cooperstown?
Por eso mismo, Yadier Molina posee un palmarés sin precedentes en la LVBP, el principal circuito de Venezuela en el deporte de los bates, guantes y pelotas.
Meridiano
