Araure.- Este 2023, se estima que cierre con una caída de más de 20 % en la superficie de siembra de los rubros del ciclo norte-verano, a consecuencia del mal resultado económico de la cosecha de maíz, la falta de financiamiento y la escasez de combustible diésel que aún persiste.
Para este momento, en la entidad hay un atraso en la siembra, que tiene una fecha tope y recomendada para una mayor productividad, siendo el último de diciembre la fecha establecida para el ajonjolí y hasta el 15 de ese mismo mes para el cultivo de frijol.
«A la caída de la superficie se le suma una previsible caída de rendimientos, por estarse realizando siembras tardías que no dispondrán de suficiente humedad edáfica para un buen desarrollo de los cultivos», comentó un agricultor.
En redes sociales, los productores continúan denunciando la escasez del combustible y muchos temen un efecto negativo para los siguientes ciclos, de no solventarse el suministro de diésel para la reactivación de la maquinaria agrícola. (CNP 18.050)