Araure.- A juicio de Inmer Castellanos, dirigente y miembro del Movimiento de Agricultores, el balance de este 2023 es que los pequeños y medianos productores solo ganaron una deuda sin obtener rentabilidad “justa” por su trabajo. «Este año estuvo marcado por un genocidio social agrícola, donde los paquetes de ‘capitalismo salvaje’ de financiamiento fueron más despiadados que el año pasado».
Aseveró que los agricultores tuvieron nuevamente en su contra los descuentos en laboratorio y romana, sin dejar la “agricultura de puerto” en víspera y en plena cosecha de maíz. “En fin, un desastre agrícola que socavó socieconómicamente nuestras familias agrícolas, siendo lo más sagrado e intocable que existe», opinó.
Al ofrecer un balance en representación del Movimiento de Agricultores, Castellanos desestimó una buena cifra para el actual ciclo norte-verano, a causa de la pronunciada escasez de combustible que sigue afectando la labor en el campo.
«Queríamos sacarnos el clavo con la siembra del norte-verano, pero la jornada de saturación diesel duró un día y hoy nuestros agricultores claman por gasoil, el cual solo se consigue en el mercado negro a 0.50 dólares el litro, por lo cual solo goza una minoría que vive de nuestra destrucción. Es innegable que en nuestra extensa llanura agrícola hasta el productor más humilde de nuestro estado Portuguesa, clama por un cambio político y, por supuesto, económico y social», afirmó. (CNP 18.050)