Acarigua.- Productores de Guárico, Portuguesa, Barinas y Cojedes, se concentraron pacíficamente en la planta de Alimentos Polar, en Turmero, estado Aragua, para exigir que el precio del kilogramo de maíz blanco y amarillo de esta cosecha, sea fijado en $0,45, monto que -aseguran- es el equivalente al esfuerzo e inversión en el campo.
Inmer Castellanos, vocero y representante de los pequeños y medianos productores, afirmó que la agroindustria no está respetando los acuerdos establecidos en mesas de trabajo, con referencia al precio del maíz en 0,45 centavos de dólar.
«Necesitamos que el ente regulador, es decir, el ministerio de Agricultura y el Ejecutivo nacional, obligue a la agroindustria a cancelar el precio justo a los productores. Hay un silencio institucional tanto de la industria como del Gobierno que nos está afectando a todos”, dijo.
Ruina del sector rural
En paralelo a la protesta, voceros de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), se pronunciaron en una rueda de prensa, exigiendo nuevamente que el precio para el presente ciclo 2022 sea el equivalente al costo alterno de importación
Las razones que justifican dicho precio -explicaron- se ubica a que el año pasado la industria terminó pagando el costo alterno de importación en 0,48$/kg por maíz acondicionado.
«Otra de las razones es que las partidas de insumos y servicios significativos del costo de producción de maíz, entre este año y el anterior, en dólares, se han incrementado en un 35 %. Adicionalmente, se estima el costo de producción de una hectárea de maíz en este ciclo en $1.628», indicó el gremio.
Alertaron que las consecuencias de mantener la indefinición en el precio del maíz a nivel del productor, solo conduce a la quiebra de un sector que ha apostado por la recuperación del rubro y a una mayor productividad. (CNP 18.050)