El cine español inició este sábado en Valladolid su gran cita anual de los premios Goya con alusiones a los escándalos sexuales que la precedieron y que han eclipsado un buen año cinematográfico.
Hay que «condenar todos los abusos y la violencia sexual», y eso pasa «por revisar de manera profunda las estructuras que lo permiten», dijo en la apertura de la gala la presentadora, Ana Belén. «Aquí en el cine, también se acabó», añadió la cantante y actriz.
Antes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo en la alfombra roja que es necesario «acabar con esta violencia estructural que nos abochorna, nos avergüenza a todos, y en particular a los hombres».
En el aspecto cinematográfico, la espectacular «La sociedad de la nieve», de Juan Antonio Bayona, y la más intimista «20.000 especies de abejas», opera prima de Estíbaliz Urresola, con 13 y 15 nominaciones respectivamente, son las principales contendientes.
Tras apenas media hora de ceremonia, el film de Bayona había ganado ya los galardones a mejor vestuario, efectos especiales, maquillaje y actor revelación, al argentino Matías Recalt.
Las otras candidatas al Goya a la mejor película son «Saben Aquell» de David Trueba, «Un amor» de Isabel Coixet y «Cerrar los ojos» de Víctor Erice, completando una terna remarcable en cuanto a calidad cinematográfica que ha abierto mucho los pronósticos.
Tanto «La sociedad de la nieve» como la gran favorita a mejor película animada, «Robot Dreams», aspiran asimismo a estatuillas en los Óscar, el 11 de marzo.
La gala de Valladolid contaba con la presencia de la gran actriz estadounidense Sigourney Weaver, que aceptará en persona un Goya honorífico.
El año más femenino
Se trata de la primera vez en la historia de los Goya, nacidos en 1987, en que hay más mujeres nominadas que hombres, en una proporción de 60 a 40.
Y precisamente, esta edición tiene como protagonista indeseado los abusos sexuales en el cine, tras las denuncias recientes de varias mujeres contra dos directores españoles, Carlos Vermut y Armando Ravelo.
Mientras los protagonistas de la gala desfilaban por la alfombra roja, cientos de agricultores se manifestaron ante la Feria de Valladolid, donde se entregan los premios, aprovechando la atención de los medios.
«Los Goya son bastante importantes» y «nuestros problemas no son un capricho, son una cosa seria», explicó a la AFP el agricultor Mauro Santana.
Las últimas denuncias han provocado un momento de catarsis que ha sido comparado con el «Me Too» («Yo también»), el movimiento surgido en Estados Unidos en 2017 para protestar contra las agresiones sexuales, a raíz de las denuncias contra el productor Harvey Weinstein, que acabaron llevándole a la cárcel por violación.
El cine español había resultado más o menos indemne a las denuncias de tinte sexual que, sin embargo, estallaron en el mundo del fútbol, con el caso del beso en la boca, público e indeseado, que el presidente de la federación, Luis Rubiales, le plantó a la futbolista Jenni Hermoso, o la presunta violación por la que el jugador brasileño Dani Alves ha sido juzgado esta semana.
Los Andes y el despertar de la identidad trans
El director Pedro Almodóvar, la actriz Penélope Cruz, o los actores Gael García Bernal y José Sacristán, son algunos de los encargados de entregar los premios.
«20.000 especies de abejas» retrata en un tono intimista el conflicto interno y externo que provoca el despertar de la identidad trans en la infancia, y llega con el aval del Oso de Plata del Festival de Berlín a la mejor interpretación a la niña-actriz Sofía Otero.
Enfrente, tendrá a «La sociedad de la nieve», del director barcelonés J.A. Bayona, que aspira a un paso exitoso por los Goya antes de llegar a los Óscar, donde su cinta es candidata a mejor película extranjera y a mejor maquillaje y peinado.
El filme narra la epopeya verídica de unos jóvenes jugadores de rugby uruguayos cuyo avión se estrelló en los Andes en 1972 y que sobrevivieron, tras ser dados por muertos, a más de dos meses de hambre y frío en la cordillera.
Erice -el octogenario y reverenciado realizador que ha vuelto después de tres décadas sin hacer un largometraje-, Trueba, Coixet y Bayona compiten por el trofeo a la mejor dirección, junto a Elena Martín, por «Creatura».
En la carrera para alzarse como la cinta iberoamericana del año están la venezolana «Simón», la argentina «Puan», la chilena «La memoria infinita», la portuguesa «Alma viva» y, por primera vez, una producción puertorriqueña, «La pecera».
AFP