El actor canadiense Donald Sutherland, reconocido por su participación en filmes como ‘M*A*S*H’ y ‘The Hunger Games’ o ‘Los juegos del hambre’, falleció este jueves a los 88 años de edad, en Miami.
“Personalmente, creo que fue uno de los actores más importantes de la historia del cine (…) Nunca se dejó intimidar por un papel, bueno, malo o feo. Amaba lo que hacía e hizo lo que amaba, y uno nunca puede pedir más que eso”, subrayó su hijo, Kiefer Sutherland, quien confirmó el deceso.
La familia aún no ha informado sobre las causas de su muerte.
El intérprete, con una sonrisa que podía ser dulce o diabólica, era conocido por sus personajes poco convencionales, como Hawkeye Pierce en ‘M.A.S.H.’, el comandante de tanque hippie en ‘Kelly’s Heroes’ y el profesor drogado en ‘Animal House’.
Antes de pasar a una larga carrera como actor de personajes respetado, Sutherland personificó el cine impredecible y antisistema de la década de 1970.
«Me encanta trabajar con pasión”, un artista que laboró hasta sus últimos días
A lo largo de las décadas, Sutherland mostró su talento en papeles más formales, pero aún excéntricos, en ‘Gente corriente’, del director Robert Redford, y ‘JFK’, de Oliver Stone. Más recientemente, protagonizó las películas de ‘Los juegos del hambre’. Nunca se jubiló y trabajó con regularidad hasta su muerte. El próximo noviembre se publicará una autobiografía, ‘Made Up, But Still True’.
«Me encanta trabajar. Me encanta trabajar con pasión (…) Me encanta sentir que mi mano encaja en el guante de algún otro personaje. Siento una enorme libertad: el tiempo se detiene para mí. No estoy tan loco como antes, pero todavía estoy un poco loco”, le dijo Sutherland a Charlie Rose en 1998.
Nacido en St. John, New Brunswick, Donald McNichol Sutherland era hijo de un vendedor y una profesora de matemáticas. Criado en Nueva Escocia, a los 14 años era disc jockey y tenía su propia emisora de radio.
«Cuando tenía 13 o 14 años, pensaba que todo lo que sentía era malo y peligroso, y que Dios me iba a matar por ello”, señaló Sutherland a ‘The New York Times’ en 1981. “Mi padre siempre decía: ‘Cállate la boca, Donnie, y quizá la gente piense que tienes carácter’”.
Hay longevidad. Un buen actor de personajes puede mostrar una cara diferente en cada película y no aburrir al público.
Sutherland empezó como estudiante de ingeniería en la Universidad de Toronto, pero se pasó al inglés y empezó a actuar en producciones teatrales escolares. Mientras estudiaba en Toronto, conoció a Lois Hardwick, una aspirante a actriz. Se casaron en 1959, pero se divorciaron siete años después.
Luego de graduarse en 1956, Sutherland asistió a la Academia de Música y Artes Dramáticas de Londres para estudiar interpretación. Sutherland empezó a aparecer en obras del West End y en la televisión británica. Después de mudarse a Los Ángeles, siguió dando tumbos hasta que una serie de películas de guerra cambiaron su trayectoria.
Su primera película estadounidense fue ‘The Dirty Dozen’, de 1967, en la que interpretó a Vernon Pinkley, el psicópata que se hacía pasar por un oficial.
En 1970, se estrenaron la historia sobre la Segunda Guerra Mundial ‘Kelly’s Heroes’ y ‘M.A.S.H.’, un éxito aclamado que catapultó a Sutherland al estrellato.
“Los papeles de personajes son más desafiantes”, afirmó el artista a ‘The Washington Post’ en 1970. “Hay longevidad. Un buen actor de personajes puede mostrar una cara diferente en cada película y no aburrir al público”, resaltó.
En la última década, Sutherland trabajó cada vez más en televisión, sobre todo en ‘Path to War’ de HBO, en la que interpretó al Secretario de Defensa del Presidente Lyndon Johnson, Clark Clifford. Para una carrera iniciada por ‘M.A.S.H.’, fue un final apropiado, aunque irónico.
AP