Araure.- La cellista araureña Isamar Fernández y la banda de origen colombiano Los lankover, han querido compartir con los venezolanos la experiencia de su nueva gira por Europa, especialmente por los refugios que acoge a los ucranianos, civiles y militares que se han visto obligados a dejar sus hogares como consecuencia de la guerra que sostienen Ucrania y Rusia.
Los músicos latinoamericanos, algunos de ascendencia ucraniana, plantearon a su representante esta idea de llevar alegría a quienes están pasando por este momento difícil, informó Fernández quien se unió a la banda durante su estancia en Colombia en 2019.
«Tuvimos este deseo de hacer la gira, ya que veíamos la receptividad en muchas partes de Europa -especialmente la diáspora ucraniana- que son la mayoría de nuestros seguidores. Una organización de eventos, junto con nuestra manager, organizaron la gira por 5 ciudades de Ucrania y terminamos tocando en 7», explicó la cellista.
Los Iancover, estaban por terminar su gira y visitando un centro de rehabilitación, cuando Isamar quiso hablar sobre la experiencia y compartir lo que ha visto de estas personas, seres humanos que lo perdieron todo.
«Ha sido maravilloso, porque se puede percibir en carne propia cómo los ucranianos son tan resilientes a pesar de estar en guerra. Es un país que sigue de pie y cada día intentan llevar una vida ‘normal’, aunque cada uno, seguramente, lleva un luto por dentro», acotó.
Fernández indicó que mayoría de los comentarios, luego de los conciertos, eran de agradecimiento: «Gracias por resaltar la cultura ucraniana», «gracias a ustedes no nos sentimos solos», «gracias por venir de tan lejos a regalarnos un momento de esperanza, a pesar de que la guerra sigue» y el que más le tocó el alma, «Isa, gracias a ti sabemos cómo son los venezolanos».
«Soy de Araure»
Explicó que, hoy en día, este pueblo sabe que hay muchos venezolanos que rechazan la invasión a gran escala y ella, como buena embajadora cultural, ha mostrado fotos de nuestros platos, como el pabellón, la empanada y la hallaca. También de la iglesia Nuestra Señora del Pilar y de la Quebrada de Araure.
«Me gusta mostrar cómo es donde nací, nuestras calles. Saben que hay un pueblo que se llama Araure (aunque les cueste pronunciarlo), que no soy de Caracas como piensan al decir que soy venezolana, sino que soy de Araure, estado Portuguesa”, expresó.
Fernández detalló emocionada que algunos soldados iban a sus conciertos con dificultad para caminar, debido a las heridas y les regalaron banderas de sus escuadrones, gestos que les hacen desear quedarse por más tiempo.
«También sentí nostalgia, porque acá el ejército defiende al pueblo, algo que lamentablemente no lo veo en mi país. No he tenido el placer de encontrarme con soldados latinoamericanos, pero sí me han escrito. Lastimosamente, ellos están retirado de la ciudad donde me encuentro, pero sí saben de mí y me enviaron un mensaje», comentó.
Para Isamar, cantar y tocar en medio de la guerra es un reto muy grande, ya que no es fácil levantar el ánimo a un pueblo que cada día escucha alarmas sin saber si caerá o no un misil. Y el solo hecho de caminar por las calles, ver fotos de los soldados que han muerto y que son tantos jóvenes, le hace sentir más comprometida.
«Quizás, se preguntarán, el por qué de mi vínculo con este país y es tan sencillo: me abrieron las puertas de una manera muy hermosa, esa manera de agradecer tan linda que tienen ellos, y no solo en lo material, sino con sus palabras. También, porque recuerdo que en el 2014 cuando en Venezuela empezaban esas marchas donde murieron muchísimas personas, ellos estaban pasando por el Maidan (cuando Rusia empezó realmente la guerra) y recuerdo, que se tomaban fotos con la bandera de Ucrania y Venezuela juntas, y enviaban mensajes de aliento, a pesar de todo», indicó reflexionando sobre los dos países.
Hoy en día, que ha podido ver, estudiar y conocer la otra cara de la moneda, «puedo decir que personalmente lo hago porque es lo correcto y si puedo ser una voz en el mundo y hablar sobre lo que sucede en mi país y las injusticias, también lo haré con Ucrania. A fin de cuenta, Putin y Nicolás Maduro son aliados, con eso se responden muchas cosas», afirmó.
Ahora, están esperando últimos detalles para una gira de dos meses en Canadá y países bajos. El 8 de junio tuvieron concierto en Cracovia y Polonia. De allí, salió a buscar a su perro Shaggy, a Macedonia del norte, donde descansarán unos días, para luego seguir ya con Shaggy a Bulgaria y Suiza, llevando su música al mundo.
«Espero estar en Colombia unas semanas durante del mes de septiembre y de allí ir a mi Araure que extraño tanto a estar con mi familia y amigos. También, me gustaría tocar con la Orquesta de Acarigua-Araure, que fue el núcleo donde me formé como músico y gracias a mis maestros hoy estoy acá haciendo música por Europa», finalizó. (CNP 16.100)