Cultura y Espectaculo Principales

Gastronomía y música unieron voluntades a beneficio de la Orquesta Sinfónica de Acarigua-Araure 

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Escrito por Beatriz Quintana

Araure.- Un encuentro gastronómico y musical de gran altura se realizó la noche del viernes, 16 de junio, a beneficio de la Orquesta Sinfónica Juvenil, núcleo Acarigua-Araure, organizada por la gerencia del restaurante India Verana Asador (@indiaverana.asador).

Es la segunda cena dirigida y organizada por el chef Óscar Rodríguez y su esposa Anna D’Abreu, que tiene como objetivo apoyar económicamente a la coordinación del núcleo regional de El Sistema, para sufragar gastos que tienen que ver con la recuperación de los espacios escolares donde reciben clases 400 jóvenes de Acarigua y Araure.

Se recibió a los invitados con un coctel de bienvenida, al tiempo que el director de la orquesta recordaba a los presentes algunos exalumnos que hoy representan mundialmente el gentilicio portugueseño como Ivette Géraut y Samuel Vargas, resaltando la importancia de mantener viva la llama de la cultura y la formación musical clásica y formal, paralela a la exaltación de nuestra música.

A través de un paseo venezolano, al ritmo de «Cómo llora una estrella» y otras canciones que presentaron el coro infantil y de manos manos blancas, acompañados por la orquesta, se sirvió el abreboca, un plato compuesto de miniaturas de reina pepiada, cachapa, mandoca y tequeño, primorosamente servido con un rocío de papelón.

Transcurrida la primera parte, en la que se lucieron los integrantes del programa de Educación Especial, se presentó la orquesta de cámara y los solistas, para extasiar al público con el repertorio de los más grandes compositores universales.

Fue el momento en el que se degustó de entrada un ceviche de chicharrón y, como plato principal, un bollo pelón relleno de osobuco meloso y una exquisita pasta con asado negro a la crema y sus jugos.

Cerró con broche de oro esta noche maravillosa, la agrupación “Síncopa”, mientras la audiencia disfrutaba de una copa de vino y, como postre, una panna cotta de mango.

Aunque la lluvia de la tarde no permitió que muchos llegarán para disfrutar el encuentro, seguramente no se perderán la tercera edición de esta cena, no solo por el noble objetivo de permitir la continuidad de este proyecto que se replica en el mundo entero, sino también porque fue una experiencia fascinante en todos los sentidos, especialmente para el alma. (CNP 16.100)

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Beatriz Quintana

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