Los ojos delatan que la noche fue corta, pero la sonrisa de Carlos Alcaraz deja entrever que la felicidad de haber levantado en Roland Garros su trofeo más especial no frena la ambición para seguir creciendo y llegar adonde están Djokovic, Rafa y Federer.
Tras haber posado con el trofeo en la pista donde lo ganó, y no en la torre Eiffel como él quería, por culpa de los preparativos olímpicos, el tenista de 21 años atiende a periodistas españoles. Reconoce que preferiría el oro olímpico a otro Wimbledon y que aunque ha progresado en el aspecto mental, «queda mucho por mejorar».
Ayer lo celebré obviamente con mi familia, con mis amigos, con la gente que vino de Murcia… Fuimos a cenar e hice todo lo que no había hecho durante el torneo. Suelo cuidar la nutrición y quité el pie del frenUsted ha visto mucho tenis, ha visto a Rafa, a Roger Federer… Las estadísticas dicen que es el primer sub-22 en ganar tres Grand Slams. Pero viéndolos a ellos, ¿cree que puede llegar a lo que consiguieron?
—He visto videos, pero no puedo compararme con ellos cuando tenían mi edad. Al final, no importa lo que hayas conseguido a esta edad si me estanco aquí. Quiero seguir en la carrera, seguir creciendo y llegar adonde están Djokovic, Rafa y Federer. Los buenos y los cracks han seguido su carrera mejorando y mejorando hasta llegar a 38 o 37 años en su mejor momento.
Han pasado muy pocas horas desde que ha ganado, pero ¿cómo cree que hay que gestionarlo?
Hay que disfrutar este tipo de momentos, después de todo el trabajo y el sufrimiento para ganar estos trofeos. Luego lo tienes que compaginar también con el disfrute.
Estoy aprendiendo, aunque todavía tengo 21 años. Todavía me estoy conociendo para saber lo que necesito, lo que no necesito, cómo hacerlo y cómo no hacerlo. Creo que me voy dando cuenta.
Ayuda aislarte y despejar la mente para luego volver a la pista y dar el cien por cien.—¿Qué cree que es lo que le puede alejar algún día de la competición, la cabeza o las lesiones?
—Yo creo que la cabeza. Aguantar durante años en lo más arriba del ranking, peleando por grandes títulos año tras año, lidiando con la presión, con las lesiones y tener esa continuidad es algo que pocos logran. Así que yo creo que es la fortaleza mental
—En la gestión de la lesión del brazo, ¿hasta qué punto sintió un poco de angustia?
— Mentalmente fue una angustia porque al final el antebrazo, el brazo derecho, lo usas para todo. Yo que imprimo mucha velocidad, mucha fuerza en cada golpeo, pues el antebrazo sufre mucho. Entonces es una zona que me preocupaba.
—En su escala de prioridades, ¿le hace más ilusión Wimbledon o los Juegos Olímpicos?
—Es complicado, pero al final los Juegos son cada cuatro años. Es un torneo especial, donde no juegas por ti solo, sino para tu país; representas a todos los españoles. Yo creo que este año elegiría un oro olímpico.