Hasta llegar a Ginebra Djokovic no había ganado un partido en tierra batida desde los Juegos Olímpicos de París del 2024, su último gran éxito, el gran premio que faltaba en su historial y que lo logró en junio del pasado año. Fue su último título hasta ahora.
El primer hombre de la Era Abierta en alzar un título en 20 temporadas diferentes había caído en su primer partido en cuatro torneos esta campaña. Las más recientes, en el Masters 1.000 de Montecarlo, ante el chileno Alejandro Tabilo y en el de Madrid, ante el italiano Matteo Arnaldi.
Djokovic, el campeón de mayor edad en Ginebra
Djokovic, que se ha convertido en el campeón de mayor edad en Ginebra, a sus 38 años de edad, que cumplió el pasado jueves, consiguió su objetivo en el tercer intento. Tras perder la final en Shangai, ante Jannik Sinner y en Miami, ante el checo Tomas Machac, las dos ocasiones anteriores en las que se quedó en puertas del centenar, amarró la histórica cifra en el evento helvético por el que apostó como forma de apuntalar su puesta a punto para Roland Garros, que arranca el domingo.
Fue contracorriente el jugador de Belgrado, el único superviviente del legendario big three que perdió su saque en el duodécimo juego del primer set que permitió a Hurkacz en tomar ventaja. Le costaba al serbio quebrar ante la firmeza de su rival y no lo logró en el segundo tampoco aunque aprovechó el desempate para igualar el duelo y llevarlo al parcial definitivo.
Estuvo contra las cuerdas Djokovic que perdió su servicio al principio y el mejor jugador polaco de todos los tiempos tomó ventaja con 2-0. Le llegó el desequilibrio a Hurkacz hasta el 4-2. Después, apretó el serbio que por fin se apuntó un break, en el octavo, e igualó del todo el cara a cara que se resolvió en otro desempate, el definitivo. No le tembló el pulso. Al contrario. Mostró su habilidad en esta situación Y cerró su histórico triunfo. Su triunfo número 100.
EFE