Era como un ‘déjà vu’. Un partido en el que dos equipos se jugaban su paso definitivo a la siguiente ronda. Uruguay y Ghana buscaban la victoria. En la mente de todos los espectadores, aquella mano de Luis Suárez en el último suspiro del partido impidiendo el gol que clasificaba a los africanos a una semifinal mundialista, por primera vez en su historia.
La tarjeta roja al delantero, el cobro desde punto penalti, el sonido del travesaño y un balón que se iba por los aires para la euforia absoluta uruguaya. Los recuerdos de una descalificación y una bronca de un país entero. Ghana se quedaba por fuera del Mundial de Sudáfrica 2010.
Los mismos colores y otros protagonistas se enfrentaban este viernes 2 de diciembre en el estadio Al Janoub en Qatar. Ghana buscaba la revancha, pero Uruguay tenía otros planes. Comenzaron replegados al fondo del campo buscando contragolpes. Y después, la ‘Celeste’ se hizo con el balón generando varias opciones de juego.
La primera, sin embargo, llegó para el conjunto africano. En una clara llegada del habilidoso delantero ghanés Mohammed Kudus, el arquero uruguayo no tuvo otra que salir por el balón derribando al ‘20’ dentro del área.
El balón lo pondría en el punto penalti el ‘10’ ghanés, André Ayew. Una carrera lenta hacia el esférico desembocó en un remate sin potencia atajado por el arquero uruguayo. El encuentro quedaba igualado a ceros. Y revivía los recuerdos de la eliminación ghanesa.
La más clara del partido hasta el momento despertaba a Uruguay. Poco más de diez minutos después, los latinoamericanos recuperaban una pelota cerca del arco rival. Darwin Núñez recibía un centro de Pelestri que acababa en los pies del veterano delantero uruguayo. Suárez lanzaba un remate al arco atajado por el portero ghanés que dejaba un rebote aprovechado por De Arrascaeta, que anotaba el primero del partido.
El ‘10’ que se había tenido que conformar con arrancar en el banquillo en los últimos partidos, había sido pedido por la hinchada para la titularidad. El segundo gol del jugador del Flamengo con un remate de volea al minuto 32 respondía a esos llamados. Uruguay ganaba 0-2 y construía su mejor partido del torneo.
Los uruguayos necesitaban una victoria después de su empate sin goles con Corea del Sur y su derrota 2-0 contra Portugal. Ghana, por su parte, llegaba con una posición en la tabla más favorable con tres puntos, pero un triunfo uruguayo los dejaba por fuera.
Así, Ghana entró a apretar a los uruguayos en la segunda parte. Y en los últimos 45 minutos tuvieron múltiples ocasiones. Ninguna de ellas acabó en el fondo de la red.
La historia cambió para la ‘Celeste’ en los últimos diez minutos. A pesar de la cómoda victoria uruguaya, desde el Estadio Education City llegaba la noticia de un inesperado triunfo de Corea del Sur que dejaba a la ‘Celeste’ por fuera del Mundial.
Desesperados, los uruguayos buscaron atacar con todos sus hombres el arco de Ati-Zigi, sin éxito ante la buena reacción del portero ghanés. En un final de infarto, el resultado 2-0 dejó por fuera a ambos equipos.
Las polémicas arbitrales como protagonistas
Sonaba el pitazo final y los jugadores uruguayos se avalanchaban sobre el árbitro del partido. El alemán Daniel Siebert salía del terreno de juego en medio de gritos y protestas por parte de los futbolistas de la ‘Celeste’.
Una reacción ante dos cuestionadas decisiones arbitrales. Pasados los cincuenta minutos del partido, el delantero uruguayo, Darwin Núñez, cayó derribado en el área por un defensa ghanés.
La reanudación tuvo que esperar mientras que el VAR revisaba la jugada. Y tras unos minutos de espera, el árbitro fue llamado para tomar la última decisión. Siebert determinó que no había sido penalti, provocando la ira charrúa.
La polémica arbitral no acabó allí. Ya se habían cumplido los 90 minutos cuando otra vez un jugador uruguayo, Edinson Cavani, se derrumbó en el área ghanesa. De nuevo llegaron los reclamos celestes de un tiro desde el punto penal. Para ese momento necesitaban un gol a favor para pasar a octavos de final. Nuevamente, la respuesta arbitral fue negativa.
Antes de esas dos determinaciones, la tensión entre los uruguayos y el juez del encuentro ya se habían hecho evidentes en el cobro ghanés desde el punto penal. Justo después del disparo errado se alcanzó a divisar al uruguayo Federico Valverde celebrar la atajada de Rochet frente a árbitro.
El encuentro también estuvo marcado por las duras entradas entre ambos equipos. Una rivalidad que se expresó en la cantidad de infracciones, Ghana tuvo un saldo de 18 faltas y dos tarjetas amarillas, mientras que Uruguay 11 faltas y cinco amarillas.
Un desilusionante fin de ciclo futbolístico
Su rostro cubierto con las dos manos y la expresión de desesperación de Luis Suárez ilustraban el final agónico que vivía Uruguay. Para él, más allá del final de un partido significaba una despedida mucho mayor: un posible adiós a la selección uruguaya.
Junto al ‘9’, de 35 años, muchos nombres acababan su ciclo representando los colores de su país en Qatar 2022. Tres de ellos, Muslera, Cavani y Godín. De su mano el fútbol uruguayo culminó una época dorada, pasando a octavos de final en las últimas cuatro ediciones mundialistas.
En las eliminatorias sudamericanas ya se había despedido uno de los artífices de esa gran racha, el ‘Maestro’ Tabarez, ese legendario técnico uruguayo que implantó su sello a la selección entre 2006 y 2021. Ahora muchas de sus figuras darán un paso al costado abriendo la esperanza de que una nueva generación lleve un tercer trofeo mundialista al país suramericano.
