Como tantos jóvenes brasileños, Raphael Carlos y sus amigos soñaban con ser futbolistas. Y este año llegaron al Mundial de Catar, aunque de forma inesperada: a través de su coreografía con la que Neymar, Vinicius Junior y otros jugadores de la ‘Canarinha’ celebraron sus goles, para disgusto de algunos
El cree que la relación entre fútbol y danza, dos pasiones nacionales, va más allá.
«La gran contribución de Brasil al fútbol fue el ritmo (‘ginga’): la ocupación de los espacios vacíos. Gambetear es una forma de bailar», afirma.
Mucho antes de la era TikTok, los brasileños ya eran especialistas en inventar coreografías, presentes en el meneo sensual de los grupos del género «axé» originarios de Bahia (noreste) en los años 1990, o el «passinho» depurado en los concursos de baile ‘funk’ en las favelas cariocas en la década siguiente.
Sin contar las centenarias fiestas de carnaval donde desde siempre reina, frenética, la samba.
«Bailar es natural, naces aprendiendo a bailar en las fiestas familiares, siempre hay un funk tocando, siempre bailas», explica Gustavo Rosa, Gustavinho, otro miembro de Os Quebradeiras, de 18 años.
Desde mucho antes de que él naciera, jugadores brasileños y latinoamericanos celebran los goles de sus clubes reproduciendo la danza de moda del momento, entre ellos Ronaldinho cuando anotaba por el Flamengo, Neymar por el Santos o Sebastián «el Loco» Abreu, en Botafogo.
«Explosión total»
Atribuir el baile a una falta de respeto por el adversario «es un error. La danza es algo muy brasileño, precisan estudiar más nuestra cultura para entender mejor cómo son las cosas aquí», afirma Rosa.
En Doha, el entrenador brasileño Tite respaldó la actitud de su plantel con argumentos similares.
«No voy a comentar sobre personas que no conocen la historia y la cultura de Brasil, nuestra forma de ser», afirmó Tite, quien ante Corea del Sur rompió su habitual compostura y se unió al festejo danzante con algún que otro movimiento después de un espectacular gol de Richarlison.
«Hay gente a la que le gusta quejarse cuando ve a otro feliz, y el brasileño siempre es muy feliz, por eso les molestamos», dijo Vinicius Jr.
Os Quebradeiras esperan que la selección siga haciendo muchos bailes y traiga a casa el tan ansiado «hexa», su sexto título mundial.
Y si es cuestión de soñar… que los jugadores los inviten a bailar juntos para celebrar el título.
«Sería una explosión total», imagina Gustavinho.
© 2022 AFP