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La crisis del Barcelona aprieta al fútbol femenino y al baloncesto: fuga de jugadoras y recortes bajo los aros del Palau

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Escrito por Redacción

Hacer cuadrar el Fair Play Financiero del Barcelona es una ardua tarea. Sobre todo, porque a diferencia del resto de clubes de Primera División, los azulgrana cuentan con un total de cinco secciones profesionales (baloncesto, balonmano, hockey patines, fútbol sala y fútbol femenino), a las que se le suman, además, los deportes amateur, los trabajadores del fútbol formativo y las Barça Academies.

Entre todos estos elementos debe repartirse la cantidad que LaLiga otorga a los salarios no inscribibles. O, dicho de otra manera. Todos los que no sean de la primera plantilla, su entrenador y su ayudante. El resto del ‘staff’ del primer equipo, en este caso, también es no inscribible. Ello implica una compresión de los gastos que afecta, y mucho, a las secciones. Baloncesto y fútbol femenino ya lo padecen.

Tal y como explicaba esta misma semana Xavi O’Callaghan, otrora uno de los puntales del balonmano azulgrana y actual director de las secciones no profesionales del club, la cantidad que LaLiga concede este año al club para atender esas necesidades es de 95 millones de euros, de los cuales, en este caso, 56 se repartirán entre las ya nombradas secciones profesionales. «Son las cartas del Fair Play de LaLiga, pero no son justas con los equipos con la singularidad y vocación polideportiva del Barça. Lo ideal sería que cada equipo tuviera su normativa», se quejó O’Callaghan.

Las razones del aval

Según el director de secciones, el hecho de que la directiva de Joan Laporta haya tenido que recurrir a un aval personal de siete millones de euros se debe a un desvío, precisamente, en esta masa salarial no inscribible.

«Todo lo que no es fútbol del primer equipo, jugadores y primer y segundo entrenador, se ha desviado en siete millones de euros y eso afecta a las inscripciones. Dentro de esos siete millones de euros de desfase entran, eso sí, variables como las primas por títulos», explicó.

El baloncesto, tras encadenar una segunda temporada consecutiva en blanco, va a pagar en gran parte los platos rotos, pese a no haberse excedido en la masa salarial presupuestada.

A pesar de que muchos la consideran históricamente como la segunda sección a nivel de importancia en el club, por delante tanto del balonmano y el hockey patines, dos secciones también con una amplia historia, como del fútbol sala, recuperado a nivel profesional en 2006, y un fútbol femenino que sería ahora una de las grandes joyas de la corona de la entidad, dada la trascendencia que le han otorgado todos los éxitos conquistados a lo largo de los últimos años, será la que más tendrá que apretarse el cinturón.

De acuerdo con los datos aportados esta misma semana por la entidad azulgrana, su masa salarial se reducirá en tres millones de euros (de 31,5 a 28,7) con respecto a la temporada pasada. Álex Abrines anunció su retirada definitiva hace unas semanas; Metu, lesionado, vio rescindido su contrato; Jabari Parker se ha marchado al Partizán, Justin Anderson, a Dubai y James Nnaji renunció a ampliar su contrato.

El caso de Youssoupha Fall, mientras, ha sido especialmente rocambolesco: aunque el club dio por finalizada su etapa el pasado 30 de junio e incluso le dio las gracias a través de sus redes sociales, seguirá al menos por un curso más. Para reemplazar las bajas, se han fichado una serie de jugadores entre los que el único que parece ser realmente ilusionante es Tornike Shengelia, quien vuelve a la competición española tras haber formado parte de la Virtus de Bolonia en los últimos años.

Tampoco se pasó de frenada el fútbol femenino. De hecho, la única sección profesional que se desvió de lo previsto fue la de balonmano, sin rival capaz siquiera de toserle a nivel nacional desde hace ya muchísimo tiempo. Pero, a pesar de ello, y aunque se ha aumentado en un millón su masa salarial, para cuadrar números también se han producido muchas salidas en un equipo que cuenta nada menos que con dos ganadoras del Balón de Oro en sus filas, Alexia Putellas y Aitana Bonmatí, que sumó Liga, Copa de la Reina y Supercopa, y se quedó a las puertas de lograr otra Champions.

“No hace falta ser el club que más gasta”

El club ha fichado a Laia Alexandri y ha recuperado a Lucía Corrales tras su cesión al Sevilla, pero ha visto cómo se marchaban Jana Fernández, Fridolina Rölfo, Ingrid Engen, Ellie Roebuck, Bruna Vilamala, Martina Fernández, Judit Pujols y Alba Caño. «El mercado se ha inflacionado y para mantener a las grandes jugadoras tienes que gastar más. Por ello hay que apostar por la Masia y ser acertados en las incorporaciones», expuso O’Callaghan.

«No hace falta ser el club que más gasta para ganar. Lo que importa es tener una buena estructura, apostar por el talento de casa y reforzarnos con criterio», sentenció. La realidad es que, desde hacía siete años, el Barça siempre había ganado algún título europeo. La pasada temporada esa racha se rompió.

El Mundo

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