Países Bajos llegó a Qatar en silencio, lejos de las luces de antaño, casi ignorado por los analistas que siempre conjeturan sobre quiénes son los favoritos al premio mayor. Sin embargo, el cómodo triunfo por 3-1 sobre Estados Unidos obliga a prestar más atención a los de Louis Van Gaal.
No será ‘mecánica’, pero esta ‘Naranja’ luce madura detrás de la idea de su entrenador. Es cierto que aprovechó las facilidades de su rival, pero mostró un funcionamiento aceitado, apoyado en la solidez defensiva, la paciencia en la salida por bajo, la velocidad por las bandas y la contundencia arriba.
Para el equipo estadounidense, que llegó ilusionado al primer Mundial de una prometedora generación, el resultado fue un golpe de realidad. Otra vez se mostró como un conjunto bien intencionado y con potencial, pero hundido por sus propias ingenuidades.
El objetivo de los norteamericanos no era 2022 sino 2026, torneo del que será principal anfitrión, acompañado por México y Canadá. Pero está claro que (posiblemente con un nuevo entrenador) tiene tarea por hacer en los próximos cuatro años.
Dumfries guía a Países Bajos hacia los cuartos de final
Estados Unidos salió más decidido en los primeros compases y estuvo a punto de abrir rápido el marcador. Al minuto 2, una salida lenta de Daley Blind permitió que Christian Pulisic quedara mano a mano, pero Andries Noppert achicó rápido y tapó su remate.
En los minutos iniciales, los norteamericanos presionaron alto para dificultar el inicio de jugada neerlandés. Pero antes del 10’, los de Louis Van Gaal dieron una lección de paciencia para sortear la presión y abrir la cuenta.
Fueron 22 toques -los once jugadores intervinieron al menos una vez- y un minuto y medio de posesión ininterrumpida que culminaron con el centro de Denzel Dumfries y la definición de primera de Memphis Depay frente a una defensa estadounidense desarmada en el retroceso.
Con la ventaja, Países Bajos se acomodó al juego que más le gusta: se agrupó atrás, cedió la posesión a Estados Unidos y buscó salir de contraataque con la velocidad de sus carrileros y delanteros.
En este escenario, el partido cayó en una monotonía, que solo se rompió a los 42 minutos con un disparo de media distancia de Timothy Weah que exigió una buena intervención de Noppert.
Pero en el cierre de la etapa inicial, la ‘Oranje’ aprovechó la debilidad defensiva estadounidense para encaminar el encuentro. A la salida de un lateral, Dumfries otra vez asistió con un centro atrás a Blind, que se escapó con facilidad de su marca y definió de primera en el punto penal.
Estados Unidos intentó esquivar la decepción y salió con el mismo ímpetu en el complemento. Al 48’, Tim Ream, tras un córner, conectó ante la salida de Noppert, pero Cody Gakpo despejó en la línea. Weston McKennie y Giovanni Reyna también tuvieron remates altos al arco, pero poco a poco el ritmo fue mermando.
Recién en el 70’, Países Bajos tuvo una ocasión muy clara: Teun Koopmeiners sacó un zurdazo potente que Matt Turner despejó sobre su derecha y, en el rebote, Depay conectó de cabeza pero Turner se recuperó y evitó el tanto con su mano izquierda.
Cuatro minutos después, el equipo de ‘las Barras y las Estrellas’ tuvo una oportunidad para descontar: un mal pase atrás de Depay cayó a los pies de Haji Wright, que eludió a Noppert y definió, pero sobre la línea la sacó Dumfries.
Fue un preludio de lo que llegaría en el 76’: Pulisic llegó al fondo y centró por bajo, Wright conectó de taco, el balón se elevó y cayó flotado junto al ángulo derecho.
Pero cuando los norteamericanos se ilusionaban y empujaban por el empate, llegó el golpe definitivo al 81’: Blind envió un centro desde la izquierda para que Dumfries, muy solo, conectara con su pierna izquierda y coronara su gran actuación con el 3-1 definitivo.
Fue una performance histórica del lateral derecho, que se convirtió en el primer defensor en dar dos asistencias y marcar un gol en una fase de eliminación directa de una Copa del Mundo.
Países Bajos vuelve al escenario grande tras su ausencia en Rusia 2018
Acceder a los cuartos de final es algo habitual para Países Bajos, que disputará esta instancia por quinta vez, la tercera en los últimos cuatro Mundiales.
Sin embargo, esta clasificación significa un resurgir para una selección que, tras ser tercero en Brasil 2014, se ausentó de la Eurocopa 2016, falló en clasificar a Rusia 2018 y quedó afuera en octavos de la Eurocopa 2020.
Aunque todavía le queda un camino por delante, la ‘Naranja’ se ilusiona con volver a ser protagonista de una Copa del Mundo, ese torneo esquivo que nunca pudo ganar pese a haber sido tres veces finalista (1974, 1978 y 2010) y dos veces semifinalista (1998 y 2014).
Algunos números le acompañan en su esperanza: lleva 11 partidos sin derrotas en Mundiales y su entrenador Louis Van Gaal acumula 19 juegos consecutivos sin perder, con una sola caída en los últimos 47 encuentros, y no conoce la derrota en el tiempo reglamentario en una Copa del Mundo.
