ATLANTA — ¿Fue una coincidencia que Ozzie Albies tuviera el mejor juego de una temporada llena de frustraciones apenas dos días después de que su buen amigo Ronald Acuña Jr. regresara a la alineación de los Bravos?
“Él trae mucha energía a la alineación; todos lo vemos”, dijo Albies. “Es genial. Cuando lo ves encendido, el equipo va con él”.
Ésa era la esperanza. Pero incluso después de que el venezolano Acuña comenzara el fin de semana dando un jonrón ante el primer pitcheo que vio y continuara mostrando su tremendo talento a lo largo de la serie con San Diego, los Bravos no aprovecharon su impresionante regreso. Desperdiciaron el primer partido de múltiples extrabases de Albies de la campaña en una derrota por 5-3 ante los Padres el domingo.
Pero Albies y los Bravos no fueron los únicos que elogiaron a Acuña mientras éste jugaba su primera serie desde que se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda el fin de semana del Día de los Caídos el año pasado.
El antesalista de los Padres, Manny Machado, se sintió afortunado de cruzar el plato justo antes del tiro a 104.9 mph que el jardinero de los Bravos hizo tras tomar el sencillo productor de Jackson Merrill en el primer episodio.
“¿104? Diablos”, comentó Machado, quien anotó con el sencillo de Merrill al llegar justo antes del tiro de Acuña, el más fuerte que éste ha hecho desde los jardines en su carrera, según Statcast.
“Tiene un cañón. Lo he visto antes; una vez me pasó tratando de convertir un sencillo en doble y aprendí mi lección. Estaba tratando de ganarle esta vez y lo logré. Ahora estamos parejos”.
Acuña conectó un jonrón de 467 pies ante el primer lanzamiento de Grandes Ligas que vio en 362 días el viernes. Pegó otro bambinazo el sábado y mostró el “cohete” que tiene por brazo en cada uno de sus primeros tres encuentros del 2025. Al bate se fue de 12-4 con un doble y dos bambinazos durante la serie.
“Es una bestia, todos lo sabemos”, terminó Albies.
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