Croacia siempre creyó. Ni el favoritismo brasileño, ni el estadio teñido de amarillo, ni la plantilla cargada de figuras de su rival hicieron tambalear a los balcánicos. Los dirigidos por Zlatko Dalić vencieron a Brasil en la tanda de penaltis y se clasificaron a la semifinal del Mundial de Qatar 2022.
A los croatas no les tembló el pulso y anotaron todos los disparos desde el punto penalti. Y su arquero, Dominik Livaković, reiteró por qué había sido la figura del encuentro atajando el primer cobro brasileño. Un primer buen augurio que fue determinante para la hazaña croata.
Los balcánicos resistieron durante todo el partido. Se mostraron aguerridos en los noventa minutos, confiaron en su fútbol durante la prórroga, aunque Brasil se adelantó en el marcador, y dieron una cátedra de jerarquía en los lanzamientos desde el punto penal.
El resultado final parece inexplicable. Pero las prórrogas ya se han vuelto una especialidad croata. Han salido victoriosos en siete de sus ocho partidos que han superado los 90 minutos y llevan cuatro tandas de penaltis sin perder.
Croacia incomodó al ’10’ brasileño durante la mayor parte del partido. Neymar, lejos de su rol de regateador y generador de juego, apareció cuando su equipo más lo necesitaba. Anotó el único gol brasileño en el tiempo suplementario y alcanzó a ‘Pelé’ como el máximo goleador de la ‘Canarinha’.
Una pared, al mejor estilo brasileño, dejó a Neymar frente al portero croata, Livaković. El ’10’ no se inmutó y definió con clase. El balón se coló entre la red y el estadio Education City se encendió en un grito de gol.
Brasil parecía tener el partido sentenciado. Por primera vez, los dirigidos por ‘Tite’ se replegaban en su campo de juego y defendían los incipientes intentos de ataque croatas.
La ‘Verdeamarela’ buscaba sumar otro gol al marcador lanzándose a toda velocidad al contragolpe. Pero uno de ellos acabó bajo dominio croata.
Los balcánicos se acercaron peligrosamente al área brasileña. Orsic lanzó un centro rastrero que conectó con Petkovic, que disparó al arco. El balón chocó con Marquinhos desviando el balón y dejando sin reacción a Alisson.
«Estuvimos casi perdidos cuando metieron el gol. Todos nos dieron por muertos, pero hemos mostrado una vez más que nunca nos rendimos. Nuestra fe es enorme», aseguró el capitán de Croacia, Luka Modrić, tras el partido.
El jugador del Real Madrid, de 37 años, volvió a mostrar la vigencia de su juego. Modrić corrió todo el campo los 130 minutos del partido y lo manejó a su antojo repartiendo balones y marcando el ritmo de su escuadra.
Concluyó una prórroga emocionante y los dos equipos se tuvieron que enfrentar en el punto penalti. Croacia cumplió con su tarea a cabalidad y Brasil, desorientada, no logró la tranquilidad necesaria para salir victoriosa.
Los balcánicos siguen con su hazaña mostrando su cara más aguerrida ante el imponente juego brasileño.
90 minutos de idas y vueltas
Croacia se sintió en cuartos de final desde el primer minuto. No se dejó amedrentar por un Brasil que llegaba después de una goleada frente a Corea del Sur.
Sacó su cara combativa que mostró en Rusia 2018 y dejó todo en la cancha. Dificultó la salida jugando de Brasil y no la dejó divertirse. Al contrario, a los latinoamericanos se les veía incómodos con el balón. Una faceta poco conocida de Brasil en este mundial.
Solo tuvo unos destellos individuales lograron romper la muy organizada defensa de Croacia en el primer tiempo. Vinicius se acercó con un regate hacia el centro del área y una pared que terminó con un disparo sin mucha potencia. Después Neymar hizo lo suyo pero tampoco pudo rematar cómodamente.
Por el contrario, Croacia se veía cómoda. Manejaba el partido, cortaba avances e incluso intentó generar peligro al portero brasileño, Alisson Becker.
Brasil entró con otra actitud en el segundo tiempo. Transcurrían los primeros tres minutos y la ‘Canarinha’ ya había tenido dos opciones.
La primera derivó de un centro potente de Richarlison que Gvardiol tocó hacia su propio arco. El portero Livakovic se interpuso en el trayecto de la pelota y salvó a los croatas de un gol en contra.
Poco después, Neymar quedó de espaldas al arco y buscó voltearse y disparar. Nuevamente no logró mandar el balón dentro de la red. El ‘10’ seguía sin mostrar la categoría de su juego que venía reafirmando en su equipo, el París Saint-Germain.
La potencia brasileña fue mermando con el paso de los minutos. Croacia volvió a hacerse con la pelota y subió sus líneas. Pero no pudo rematar al arco en ninguna ocasión.
Una ofensiva que duró poco. Y entre idas y vueltas, Brasil generó más peligro.
La ‘Canarinha’, sin embargo, se encontró siempre con el mismo obstáculo: la veloz reacción de Livakovic. El portero atajaba con las manos, con los pies y salía a achicar. Su figura parecía cubrir todo el arco.
Brasil atacaba y Croacia aguantaba. Brasil intentaba imponer sus ritmos y Croacia los cortaba a su antojo. Brasil quería dominar y Croacia se sublevaba. Los balcánicos hacían de la resistencia su bandera.
Una característica que ya se ha vuelto costumbre en los partidos definitivos, como el de este viernes. Aguerrida, estratégica y convencida de su juego, Croacia se clasifica a su segunda semifinal mundialista consecutiva después de hacerlo en Rusia 2018.
Con EFE
