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Francia gana y da las «gracias» a Kylian Mbappé

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Escrito por Redacción

En París, como en Bondy, aclaman a ‘Kyky’. Mbappé, con un doblete y un pase de gol, hizo vibrar los corazones de los aficionados franceses al llevar a Francia a la victoria contra Polonia (3-1) en octavos de final del Mundial de Catar.

En el bar Thirsty Mad Cat ubicado en el centro de la capital gala, como en la localidad de la periferia parisina donde creció, los hinchas de los Bleus solo tenían en boca el nombre de la superestrella francesa.

«Es de leyenda», exclama Maxime, de 37 años, vestido con una camiseta con el nombre de Zidane versión 1998 sobre sus hombros, en un establecimiento lleno hasta reventar de un barrio de París.

Este parisino ve todos los partidos de los Bleus en este mismo pub desde 2018 con su grupo de amigos. La experiencia incluso le enseñó a proteger sus pertenencias de salpicaduras de cerveza con una bolsa de basura. Y está convencido de ello: «‘Kyky’ está en una misión, está allí para batir récords y lo hará.»

Con nueve goles entre Rusia y Catar, Mbappé ya es el segundo máximo goleador de la selección francesa en Copa del Mundo, a cuatro del mítico Just Fontaine (13).

Con sus dos dianas, el gol que falló en la Eurocopa de 2020 ante Suiza parece perdonado.

«Gracias Kylian! ¡Gracias Kylian! Gracias Kylian!», se escuchó cuando el niño prodigio de la ciudad marcó los dos goles, en un restaurante de Bondy (Sena-Saint-Denis) que retransmitió el partido en presencia de la ministra de Deportes y de los Juegos Olímpicos, Amélie Oudéa-Castéra.

La ministra asistió al partido con ropa informal y una camiseta de los Bleus con su nombre, al tiempo que se oían gritos de la multitud de jóvenes que la rodeaban. Una cincuentena de jugadores de los tres clubes de la ciudad -una mayoría procedente del AS Bondy donde se formó Kylian Mbappé durante 10 años- estaban invitados, acompañados por algunos familiares.

«Nos han dado una imagen formidable. Nos divertimos. ¡Bravo los Bleus», afirmó la ministra, que cambió su elástica por la verde del AS Bondy.

También elogió el «deporte amateur que forma a nuestros grandes campeones», evocando al «héroe local» Kylian Mbappé, que jugó en el AS Bondy de los 4 a los 14 años. «Es un gran cuento de hadas», prosiguió.

«Todo el mundo esperaba» un gol en Bondy

A su alrededor, los jóvenes aficionados están en estado pletórico. «Kylian Mbappé ha estado fantástico», cuenta Mohamed-Lamine Mbeingue, un joven de 9 años que juega en el club en el que empezó el astro francés.

«Mi objetivo es convertirme en Kylian Mbappé con al menos un Balón de Oro», añade el Mbeingue, que juega como delantero izquierdo.

Los pocos aficionados polacos presentes para ver la primera eliminatoria de octavos de final de su selección desde 1986, reconocen la superioridad francesa. «Nos faltaron oportunidades y calidad», lamentó Mateusz, un joven de 34 años, instalado desde hace dos años en Francia.

Irene, diez años más joven y de ascendencia polaca por parte de su madre, llevaba una camiseta con el nombre de Robert Lewandoswki, su «único gran jugador».

El nombre del «crack de Bondy» está en boca de todos en su tierra. «Es agradable que sea él quien haya marcado, todo el mundo lo esperaba», confesó Olivier Gahoudi, entrenador de la categoría sub-16 del AS Bondy.

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