Se trata de un llamado “paquete de urgencia”, que busca, entre otras cosas, “neutralizar la crisis y lograr estabilizar las variables económicas de Argentina”, según el ministro Luis Caputo, quien anunció las medidas tan solo dos días después de la investidura del economista de extrema derecha Javier Milei como presidente del país.
«Hoy el Estado sostiene artificialmente precios bajísimos en tarifas energéticas y de transporte a través de subsidios. La política siempre lo ha hecho porque de esa forma engaña a la gente, haciéndole creer que le ponen plata en el bolsillo. Pero los argentinos ya se habrán dado cuenta de que estos subsidios no son gratis, sino que se pagan con inflación”, explicó Caputo.
Y en un discurso que trajo ejemplos cotidianos y rápidos, habló de lo que ocurre con el transporte: “lo que te regalan en el precio del boleto, te lo cobran en los aumentos en el supermercado. Y con la inflación, son los pobres, finalmente, los que terminan financiando a los ricos. Adicionalmente, los subsidios al transporte en el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) son un acto de profunda discriminación con las provincias del interior. Vamos a terminar con esta discriminación al interior».
Todo, dentro de un plan que, además, pone la mira en una importante reducción del gasto del Estado, con el objetivo de lograr un equilibrio fiscal y cortar de raíz la emisión monetaria por parte del Banco Central.
Sin contar la devaluación y los subsidios, que son los temas que más llamaron la atención tanto dentro y fuera del país, el documento también incluye proyectos para no renovar contratos laborales menores a un año en el Estado, la suspensión de la publicidad oficial en los medios de comunicación y el recorte de licitaciones de obras públicas.
La génesis del problema
Argentina afronta una crisis recurrente tras haber tenido una de las mejores economías de América Latina. Ahora, el país registra una inflación interanual del 143%, es el mayor deudor del Fondo Monetario Internacional (FMI), con un crédito de 44.000 millones de dólares, y el porcentaje de población en condición de pobreza es del 40%.
Por eso, en un video, publicado en la cuenta oficial de X del Ministerio de Economía, Luis Caputo detalló no solo el plan económico sino también explicó extensamente la “génesis” del problema del país.
Caputo habló del déficit y de cómo el Estado ha estado “transmitiendo” ese problema a los ciudadanos de a pie. “Cuando el Estado no recauda lo suficiente y busca soluciones en préstamos, caemos en una crisis recurrente”.
«Nuestro mayor inconveniente como país es que siempre hemos querido solucionar las consecuencias, pero nunca el problema, siempre hemos sido adictos al déficit y por eso siempre caemos en buscar culpables erróneos”, dijo Caputo.
“Siempre hemos querido gastar más de lo que se recauda. Cuando se recaudaba 100, se quería gastar 120, cuando se recaudaba 120, se quería gastar 140… Y siempre hemos seguido ese patrón. De los últimos 123 años, Argentina tuvo déficit en 113, lo que quiere decir que siempre tuvo que buscar cómo financiar ese déficit”.
Una devaluación del peso del 54% y estímulo a las exportaciones
Una de las medidas centrales para frenar la inflación del país, que supera el 140% interanual, es la devaluación.
De esa forma, el tipo de cambio oficial saltará de 400 pesos por dólar estadounidense a 800 pesos por unidad, lo que implica una devalua
Con reservas monetarias en niveles críticos, el Gobierno dispuso también incentivar el ingreso de divisas por la vía de exportaciones.
«Vamos a sincerar el tipo de cambio oficial, para que los sectores productivos tengan los incenti vos adecuados para aumentar la producción. Esto va a estar acompañado por un aumento provisorio del Impuesto País a las importaciones y a las retenciones de las exportaciones no agropecuarias. De esta manera. beneficiamos a los exportadores con un mejor precio y equiparamos la carga fiscal para todos los sectores, dejando de discriminar al sector agropecuario”, indicó.
En cuanto a las importaciones, expresó que el sistema general cambiará y se facilitará para el sector privado, por medio de la eliminación de “procesos innecesarios”.
«Reemplazaremos el sistema de importaciones SIRA por un sistema estadístico y de informaciones que no requerirá de la aprobación previa de licencias. Se termina la discrecionalidad y se garantiza la transparencia del proceso de aprobación de las importaciones. Es decir, el que quiera importar podrá hacerlo y punto», explicó el ministro.
Reducción del gasto estatal y eliminación de subsidios
Entre otras medidas, Caputo habló de la no renovación de los contratos que tengan menos de un año de vigencia en el Estado porque, dijo, se trata de una “práctica habitual” de los miembros del Gobierno de incorporar familiares y amigos antes de terminar el turno.
También se decreta la suspensión de la pauta del Gobierno Nacional por un año en los medios de comunicación, después de que en 2023 el Ejecutivo precedente gastara, según el ministro, 34.000 millones de pesos argentinos en publicidad. “No hay plata para gastos que no sean estrictamente necesarios y mucho menos para sostener con plata de los contribuyentes a medios que se crean solo para alabar las virtudes de los gobiernos de turno.”
Habló de lo que ya se anticipó en la ceremonia de juramentación de ministerios: la reducción de 18 a 9 de los jefes de las principales carteras y las secretarías de 106 a solo 54, lo que supone una rebaja de más del 50% de los cargos jerárquicos de la función pública.
Otro punto es la reducción “al mínimo” de las transferencias discrecionales del Estado Nacional a las provincias. Una medida que, afirmó, se ha usado para pagar favores políticos.
Explicó que el Gobierno de Javier Milei no va a licitar obra pública nueva y que se encargará de cancelar las licitaciones aprobadas “cuyo desarrollo no haya comenzado”.
Y anunció de la eliminación de los subsidios a la energía y el transporte, que, manifestó, hasta ahora ha sido un “engaño a la gente”, para hacerles pensar que “ponen plata en sus bolsillos”. Señaló que este gasto fiscal solo se traduce en inflación para el país y afirmó, una vez más, que el Estado “no tiene plata”. Sin embargo, aseguró que se fortalecerán las políticas sociales, “únicamente por quienes verdaderamente las necesitan” y que ese proceso se hará sin intermediarios.
«En unos meses vamos a estar peor que antes», alertó el ministro
Caputo advirtió que los próximos meses serán difíciles en cuanto a los precios, lo que atribuyó a la «herencia de inflación reprimida» que dejó el Gobierno del peronista Alberto Fernández (2019-2023).
En ese sentido, el ministro fue radical en su declaración sobre el panorama inmediato: “en unos meses vamos a estar peor que antes, al menos en términos de inflación”, explicó, pero añadió que para que no afecte tanto a los ciudadanos con menos recursos, se aumentarán el Plan de Asignación Universal Por Hijo -una ayuda que paga el Estado- y en un 50% la Tarjeta Alimentar, que permite a sectores vulnerables comprar alimentos.
El ministro expresó que, de no adoptar estas medidas «urgentes», la pobreza, que actualmente ronda el 45 % de la población, crecerá y habrá «mayor inflación y mayor sufrimiento».
El Fondo Monetario Internacional expresó su apoyo a las medidas de Milei. «Estas fuertes acciones iniciales apuntan a mejorar significativamente las finanzas públicas de una manera que proteja a los más vulnerables de la sociedad y a fortalecer el régimen cambiario», indicó en una declaración la directora de Comunicaciones del FMI, Julie Kozack.
France24
