El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó este jueves 4 de enero el atentado que dejó al menos 84 muertos cerca de la mezquita de Saheb al-Zaman, donde se encuentra la tumba del general Soleimani, muerto en enero de 2020 tras un ataque estadounidense con drones en Irak.
A través de sus canales de Telegram, el autodenominado Estado Islámico aseguró que dos de sus miembros «activaron sus cinturones explosivos» en medio de «una gran reunión de apóstatas, cerca de la tumba de su líder Qassem Soleimani ayer en Kerman, en el sur de Irán».
Las autoridades iraníes decretaron este jueves un día de luto nacional en memoria de las numerosas víctimas del atentado, el más mortífero en el país desde 1978, cuando un incendio provocado mató al menos a 377 personas en un cine de Abadán, según los registros de AFP.
El atentado en Irán se produjo un día después de la muerte de un alto cargo del movimiento islamista palestino Hamás en un ataque en Líbano, atribuido a Israel. Y en medio de un contexto regional muy tenso desde el inicio del conflicto en octubre entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza.
Antes de la reivindicación del Estado Islámico, que llegó 24 horas después del atentado, responsables iraníes habían señalado a Israel y Estados Unidos de lo ocurrido. Lo que amenazó con una escalada regional del conflicto en Gaza.
Antes de la reivindicación del Estado Islámico, que llegó 24 horas después del atentado, responsables iraníes habían señalado a Israel y Estados Unidos de lo ocurrido. Lo que amenazó con una escalada regional del conflicto en Gaza.
En la ceremonia conmemorativa se encontraban representantes del régimen iraní
Este jueves, el número de muertos bajó tras los 103 anunciados por la agencia de prensa oficial Irna y los 95 del ministro de Sanidad, Bahram Eynollahi. El jefe de los servicios de emergencia del país, Jafar Miadfar, cifró el balance en 84 muertos y 284 heridos.
Un asesor político del presidente iraní afirmó que los «regímenes estadounidense y sionista» estaban detrás del atentado, una declaración que se conoció antes de que fuera reivindicado por el Estado Islámico.
La afirmación fue calificada de «absurda” por el Departamento de Estado de Estados Unidos. «Parece un ataque terrorista, el tipo de cosas que el Estado Islámico ha hecho en el pasado», dijo un alto funcionario estadounidense que habló bajo condición de anonimato.
Israel, enemigo jurado de Irán, no hizo comentarios sobre el ataque. «Estamos centrados en los combates con Hamás» en el territorio palestino de la Franja de Gaza, declaró el portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari.
El líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, prometió una «respuesta severa» al ataque. Mientras que el presidente Ebrahim Raissi calificó el atentado como un acto «odioso y cobarde», y canceló un viaje previsto a Turquía, según los medios estatales.
Condena internacional
El movimiento islamista palestino Hamás, apoyado por Teherán, condenó lo sucedido como un «acto terrorista (…) que pretende desestabilizar la seguridad de la República Islámica al servicio de la agenda de la entidad sionista (Israel)».
Siria expresó su «plena solidaridad ante los atentados terroristas y los complots vergonzosos» dirigidos, en su opinión, contra su aliado iraní.
El presidente ruso, Vladimir Putin, condenó el atentado como «chocante por su crueldad y cinismo». Y António Guterres, secretario general de la ONU, así como la Unión Europea, Francia, Alemania, Jordania y Arabia Saudita condenaron el atentado.
Con AFP