La Justicia de Estados Unidos anunció este sábado que el inicio del juicio contra el ex presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, será nuevamente postergado, a tan sólo dos días de que éste se presente ante el juez de un tribunal en Nueva York.
El aplazamiento se debió a que “el Gobierno (la Fiscalía) confirmó que no podía cumplir con la entrega de la redacción de información clasificada” que debería haber sido provista a la defensa este viernes, informó el abogado Raymond Colon. Así, las autoridades fijaron como nueva fecha para el comienzo de las audiencias el próximo 20 de febrero.
El de este sábado fue el cuarto aplazamiento del proceso que, en un primer momento, debió comenzar el 18 de septiembre de 2023 pero se pospuso hasta el 5 de febrero pasado, luego hasta el 12 y, ahora, hasta el 20.
Ese martes, Hernández se enfrentará en solitario a los magistrados del tribunal federal sur de Manhattan y deberá convencerlos de su inocencia en la trama de conspiración para introducir más de 500 toneladas de cocaína y armas en Estados Unidos entre 2004 y 2022, en la que está siendo investigado. Documentos presentados a los fiscales del caso exponen cómo el entonces Presidente acumuló gran parte del poder del Estado por medio de sobornos, asesinatos, contubernio con las principales organizaciones de narcotráfico y hasta realizó pactos con la pandilla MS13.
A cambio, habría recibido “millones de dólares” de estos cárteles con los que habría “financiado su campaña política y cometido fraude electoral” en los comicios presidenciales de 2013 y 2017, apunta la acusación.
Por este caso, el ex mandatario fue detenido poco después de dejar la presidencia, en su casa de Tegucigalpa. El 15 de febrero de 2022, los oficiales hondureños lo arrestaron y dos meses después, el 21 de abril, lo entregaron a sus pares estadounidenses, en lo que fue el inicio de su extradición para ser juzgado in situ. Fue el primer ex gobernante solicitado en extradición para ser juzgado por tráfico de drogas y uso de armas.
Hernández sostiene que las acusaciones en su contra tienen motivaciones políticas y aseguró que la Fiscalía de Nueva York está considerando testimonios de narcotraficantes que éste persiguió durante sus mandatos al frente del país. Asimismo, resaltó en oportunidades pasadas que siempre fue un aliado de Washington en la guerra antidrogas en la región, contrario a las acusaciones que pesan sobre él.
También, su esposa, Ana García, insistió en un posteo en redes sociales que se trata de un “proceso injusto” contra una persona “inocente”, a la que se mantiene “ubicada” en un “estado de indefensión” como “parte de la estrategia de la Fiscalía del distrito sur” del estado.
Sin embargo, en las últimas semanas, el caso cambió de forma radical luego de que dos ex funcionarios hondureños que sirvieron bajo las órdenes de Hernández, se declararan culpables. Uno de ellos es Juan Carlos Bonilla -alías El Tigre-, ex director de la Policía Nacional de Honduras entonces, quien dijo haber ayudado a narcotraficantes en sus negocios y que, según terceros testigos, también sirvió como sicario de los involucrados en la trama. El segundo fue el primo del ex presidente y ex policía, Mauricio Hernández Pineda.
Los magistrados no descartan que éstos declaren en su contra durante el juicio, lo que sólo complicaría su caso. Inclusive, muchos analistas adelantaron que, de no declararse culpable, se enfrenta a una condena de cadena perpetua.
El ex director de Operaciones de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, Mike Vigil, declaró tener la confianza de que la Justicia será severa sobre Hernández, tal como ocurrió con su hermano, Juan Antonio ‘Tony’, quien en octubre de 2019 fue declarado culpable por narcotráfico y el 30 de marzo de 2021 fue sentenciado a cadena perpetua en Nueva York.
Con información de AFP