Cruce de demandas ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) entre Ecuador y México.
Este lunes, Quito informó que demandó ante la CIJ a México por la concesión de asilo al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, pese a que había sido condenado dos veces por corrupción y se encontraba bajo libertad condicional.
La Cancillería ecuatoriana remarcó en un comunicado que sus representantes presentaron la demanda ante el tribunal con sede en La Haya, Países Bajos, “por una serie de violaciones por parte de México” a sus obligaciones internacionales, conducta que, asegura, ese Gobierno ha estado tomando desde el 17 de diciembre de 2023.
La demanda solicita que se resuelva y declare que México “ha incumplido sus obligaciones de respetar las leyes y reglamentos del Estado receptor, no interferir en los asuntos internos del Estado receptor y no utilizar los locales de la misión de manera incompatible con las funciones de la misión diplomática, de conformidad con el artículo 41 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961”, señala el comunicado del Gobierno de Daniel Noboa.
La acusación formal por parte de Quito ante la CIJ tiene lugar después de que el pasado 8 de abril, la Cancillería mexicana informara que entabló una demanda contra Ecuador en ese mismo tribunal, por presuntas violaciones al Derecho Internacional, por la irrupción de la Policía de ese país en su embajada para detener a Glas, que aseguró, se mantenía allí en calidad de huésped.
Y el 11 de abril, México informó que solicitó a la CIJ que suspenda a Ecuador de la Organización de Naciones Unidas (ONU) “en tanto no se emita una disculpa pública, reconociendo las violaciones a los principios y normas fundamentales del Derecho Internacional».
La detención que desencadenó la crisis diplomática entre Ecuador y México
La crisis estalló el pasado viernes 5 de abril, cuando la Policía ecuatoriana irrumpió en la embajada de México, en Quito, para capturar al exvicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, que se refugiaba allí.
Ecuador aseguró que procedió después de agotar el diálogo con el Gobierno mexicano para arrestar al político, condenado por la Justicia de su país en casos de corrupción. Quitó también argumentó que existía “un riesgo real de fuga”.
Y es que horas antes del cuestionado operativo, el presidente López Obrador declaró públicamente que su Gobierno se encontraba haciendo las diligencias necesarias para trasladar a Glas a suelo mexicano.
Ecuador también aseguró que sus fuerzas de seguridad procedieron, tras la orden de su jefe de Estado, después de agotar el diálogo con la delegación de México para arrestar al político.
Sin embargo, la canciller mexicana, Alicia Bárcena, remarcó que el procedimiento fue injustificable, ya que Quito violó el Derecho internacional por retener a una persona que tenía asilo político.
El capítulo de alta tensión entre los dos países latinoamericanos desató la condena de la mayor parte de la comunidad internacional hacia Quito, al apuntar que con la entrada a la fuerza a la embajada vulneró la Convención de Viena, que declara la inviolabilidad de las sedes diplomáticas.
De hecho, el 10 de abril, los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobaron una resolución de condena contra el asalto a la Embajada de México.
Glas ha insistido que es un perseguido político, pero Ecuador rechaza esa postura, al tiempo que destaca su lucha contra la corrupción.
«Ningún delincuente puede ser considerado perseguido político», señaló la canciller del Gobierno de Noboa, Gabriela Sommerfeld, tras lo ocurrido, al recordar que sobre el ex número dos del gobierno de Rafael Correa pesaban dos condenas en firme por casos de corrupción.
Con Reuters y EFE