Este 20 de junio se conmemora el Día Internacional del Refugiado. Es un momento en el que las crisis políticas, militares y sociales del mundo han hecho que la cantidad de refugiados y desplazados aumente en diferentes países, por lo que una fecha como esta sirve para poner el ojo en la crítica situación de millones de personas.
Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), para finales de 2023 hay un registro de 117,7 millones de personas desplazadas forzosamente dentro o fuera de sus países por persecuciones, conflictos, violencia y violaciones a los derechos humanos.
A su vez, la Acnur contabiliza que para finales del año pasado había 43,3 millones de personas refugiadas en el mundo, de las cuales 31,6 millones son refugiadas bajo el mandato de esa agencia, 5,8 millones necesitan protección internacional y otros 6 millones corresponde a población palestina refugiada bajo el mandato de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
Cerca del 40% de los refugiados es población menor de 18 años.
La ONU define a los refugiados como aquellas personas que han buscado protección en otro país tras haber abandonado el propio para escapar de conflictos, persecuciones y otras formas de violencia.
Para la ONU, mientras que las personas refugiadas cruzan fronteras internacionales, las desplazadas permanecen dentro del mismo país, pero en otra zona.
En comparación con 2020, la cantidad de personas refugiadas ha aumentado 10 millones, ya que en ese año la cifra de personas refugiadas era de 30 millones, en contraste con los 43 millones de 2023.
A propósito de este 20 de junio, diversos actores de la comunidad internacional se han manifestado en apoyo a las personas desplazadas y refugiadas.
Por ejemplo, la Unión Europea (UE) confirmó este jueves su “compromiso inquebrantable” de ser uno de los principales donantes de ayuda para los refugiados en el mundo.
Al mismo tiempo, el organismo se comprometió a redoblar sus esfuerzos por seguir siendo un lugar en el que los refugiados encuentren protección y seguridad, tal y como informó un comunicado conjunto de la Comisión Europea y el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell.
Por su parte, el papa Francisco expresó este 20 de junio que “los ojos de los refugiados nos piden que no miremos a otro lado», insistiendo en que “hagamos nuestras historias sus historias y no olvidemos sus dramas”.
Crisis que dejan millones de desplazados en Latinoamérica
De acuerdo con las cifras de la Acnur, en América Latina y el Caribe hay 23 millones de personas refugiadas, desplazadas o apátridas. Esto, a causa de seis grandes crisis humanitarias que enfrenta esta parte del continente americano.
Juan Carlos Murillo, jefe de Relaciones Externas de la Oficina de la Acnur para las Américas, explica que las seis crisis están focalizadas en el norte de Centroamérica –triángulo formado por Guatemala, Honduras y El Salvador– y en Nicaragua, Haití, Colombia, Venezuela y Ecuador.
«El desplazamiento forzado en nuestra región se ha tornado en una situación sin precedentes en términos no solamente de cifras sino también de complejidad. En la actualidad tenemos seis grandes crisis humanitarias que atraviesan el continente y están generando grandes desplazamientos», aseguró Murillo en diálogo con la agencia de noticias EFE.
Centroamérica y el Caribe
En el caso de Centroamérica, la crisis en Guatemala, Honduras y El Salvador es fomentada principalmente por la violencia del crimen organizado o las pandillas y, por ello, “más de un millón de personas se han visto forzadas a abandonar sus países de origen y se han convertido en solicitantes de asilo, refugiados, desplazados internos o retornados con necesidades de protección», explica Murillo.
No obstante, en Nicaragua la crisis también está presente. En el país hay más de “200.000 personas que se han visto forzadas a huir de su país principalmente por temas políticos y la situación de derechos humanos». Según Murillo, la persecución de Daniel Ortega a sus opositores políticos lo ha llevado a retirar la nacionalidad de decenas de nicaragüenses, convirtiéndolos en apátridas.
En Haití, más de 580.000 personas han sido desplazadas internamente y otras 800.000 personas necesitan protección internacional en distintas partes del continente. Lo anterior debido a la crisis política que vive la nación antillana y que se ha agudizado recientemente.
Suramérica
Una de las crisis en América Latina está en Colombia. En el país persiste el conflicto armado y este provoca un desplazamiento interno que afecta a más de 6,9 millones de personas, a los que se suman «movimientos transfronterizos de personas colombianas necesitadas de protección internacional».
Otra crisis identificada por la Acnur en esta zona de América tiene lugar en Venezuela. El país lleva años de inestabilidad política y económica, lo que ha causado que más de 7,7 millones de personas hayan abandonado el territorio venezolano como refugiadas o migrantes, “de las cuales 6,6 millones se encuentran en países de América Latina y el Caribe».
La sexta crisis está en Ecuador. Allí, por la inseguridad y el crimen organizado, “muchas personas han tenido que desplazarse al interior de su país o han cruzado una frontera internacional en busca de protección y seguridad». Según datos de Acnur, el año pasado 520.085 personas cruzaron el tapón del Darién, de ellas 57.250 eran ecuatorianos, la segunda nacionalidad con más cruces por esta peligrosa ruta.
No obstante, se prevé que, si se suman a los ecuatorianos que salieron del país con destino a Estados Unidos, unos 75.000 ecuatorianos están en condición de refugiados o desplazados.
Guerras, crisis y conflictos: el motor de los desplazamientos en el resto del mundo
Los flujos de refugiados y desplazados también se han incrementado en otras partes del mundo.
En Europa, la Unión Europea ha señalado que ha acogido a casi 4,2 millones de ucranianos afectados por la guerra y que cuentan con protección temporal por los Estados miembros, de los cuales casi un tercio son menores.
Cada vez es más urgente para el bloque europeo hacer frente a los flujos migratorios del que hacen parte millones de desplazados y solicitantes de asilo por las crisis y conflictos que ocurren en sus países de origen. Prueba de ello es el Mediterráneo, una de las rutas más mortíferas para este tipo de tránsito y en donde cada vez más hay naufragios y rescates en las costas de países como Grecia, Italia o España.
Asimismo, nuevos conflictos han impulsado el desplazamiento forzado en otras latitudes. En Sudán, la crisis estalló en 2023, lo que ha ocasionado una de las peores situaciones humanitarias del mundo. Según la Acnur, más de 6 millones de personas han sido desplazadas al interior del país y otros 1,2 millones han huido a países vecinos.
Igualmente, Myanmar es otro foco de la movilidad humana forzada. Tras la toma del poder militar en febrero de 2021, más de 1,3 millones de personas fueron desplazadas dentro del país en 2023, de acuerdo con la ONU.
Con Reuters y EFE