El huracán Beryl, degradado a categoría dos, sigue avanzando hacia México este jueves 4 de julio, tras devastar Jamaica y otros territorios del Caribe.
Este fenómeno climático-que más rápido se ha intensificado en el océano Atlántico antes del punto álgido de la temporada de huracanes, en septiembre, deja al menos diez personas muertas.
Pero se espera que esa cifra aumente a medida que se restablezcan las comunicaciones en las islas devastadas por inundaciones y fuertes vientos.
«El centro de Beryl se aleja de las Islas Caimán. Se esperan fuertes vientos, peligrosas marejadas ciclónicas y olas dañinas en la costa de la península de Yucatán en México a primera hora del viernes», señaló en las últimas horas una actualización del Centro Nacional de Huracanes (CNH).
«Es terrible. Todo se ha ido»
El ojo de Beryl bordeó la costa sur de Jamaica y azotó a las comunidades como una poderosa tormenta de categoría 4, en la escala de cinco niveles de vientos huracanados de Saffir-Simpson, mientras los trabajadores de emergencia evacuaban a la población de las áreas propensas a inundaciones.
«Es terrible. Todo se ha ido. Estoy en mi casa y tengo miedo (…) Es un desastre”, señaló Amoy Wellington, un cajero de 51 años, que vive en Top Hill, una comunidad agrícola rural en la parroquia de St. Elizabeth, en el sur.
El huracán se alejó de Jamaica a primera hora de este jueves. Alrededor de las 1200 GMT, el huracán, ahora de categoría 2, se encontraba a 80 km de Gran Caimán y a unos 620 km de Tulum, México, indicó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos.
Beryl registró vientos máximos de 209 kilómetros por hora y se esperaba que arrojara entre 10 y 15 centímetros de lluvia en las Islas Caimán, donde era posible que se produjeran olas y corrientes de resaca que pusieran en riesgo la vida, subrayó el CNH.
Una advertencia de huracán se mantiene vigente para la costa este de las Islas Caimán, relativamente próxima a la península de Yucatán, en México.
Los centros turísticos de Cancún y la península de Yucatán, en general, se encuentran en la trayectoria prevista de Beryl.
El estado de Quintana Roo, en el Caribe mexicano, declaró cinco municipios en «peligro máximo», debido a la aproximación de Beryl, informó este jueves la gobernadora del estado, Mara Lezama.
«Hemos pasado a alerta roja en los municipios de Felipe Carrillo Puerto, Tulum, Cozumel, Solidaridad y José María Morelos, seguramente durante el resto del día pasaremos todos los municipios a alerta roja, la cual significa peligro máximo», dijo Lezama en un video publicado en redes sociales.
El aeropuerto de Cancún ha estado abarrotado de turistas que esperan tomar los últimos vuelos antes de la llegada de la tormenta. Los trabajadores llenaron bolsas con arena y tapiaron las puertas y ventanas de los negocios para protegerse.
Por su parte, el Ministerio de Defensa mexiano abrió alrededor de 120 refugios contra tormentas y pidió a los visitantes que atiendan las instrucciones sobre evacuación u otras medidas.
Beryl es el primer huracán de la temporada atlántica de 2024 y, en su punto máximo a principios de esta semana, se convirtió en el huracán de categoría 5 que más temprano se haya registrado este año.
Un huracán de categoría 5 trae vientos de 252 kilómetros por hora o más, capaces de causar daños catastróficos, incluida la destrucción de viviendas e infraestructuras.
Destrucción en Jamaica e islas pequeñas
En Jamaica, los principales aeropuertos de la isla se mantuvieron cerrados y las calles prácticamente vacías después de que el primer ministro, Andrew Holness, decretara un toque de queda para el miércoles 3 de julio, que se extendió hasta este jueves 4, debido a que las condiciones de tormenta continuaban. Allí se informó de la muerte de al menos una persona a causa del fenómeno climático.
Casi 1.000 personas fueron registradas en refugios hasta el miércoles por la noche, indicó Richard Thompson, director general interino de la agencia de desastres de Jamaica, en una entrevista con la prensa local.
Beryl azotó San Vicente y las Granadinas a principios de semana. El primer ministro Ralph Gonsalves aseguró en una entrevista radial que Union Island-la isla más meridional de las islas Granadinas- fue «arrasada», por lo que sería «un esfuerzo hercúleo reconstruirla».
Allí, las autoridades registraron al menos tres muertes y el daño a los cultivos fue generalizado, señalaron a Reuters funcionarios de alto rango. Union Island sufrió la destrucción de más del 90% de los edificios.
En Granada, el primer ministro, Dickon Mitchell, describió condiciones «similares al Armagedón» después de que el huracán impactara a principios de esta semana. Dejó el territorio sin electricidad y con una destrucción generalizada, al tiempo que tres muertes fueron confirmadas.
Por su parte, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó a la televisión estatal que tres personas de su país murieron por el fenómeno climático, cuatro fueron registradas como desaparecidas y más de 8.000 viviendas resultaron dañadas.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés) ha pronosticado una gran cantidad de huracanes importantes en una temporada «extraordinaria» este año. Usualmente, el periodo de huracanes se extiende desde principios de junio hasta fines de noviembre.
El poder destructivo de Beryl, que llega tan temprano en la temporada de huracanes, subraya las consecuencias de un océano Atlántico más cálido, que los científicos citan como una señal del cambio climático causado por el hombre que alimenta temperaturas extremas.
Beryl sienta un precedente para una «temporada de huracanes muy peligrosa», remarca la agencia meteorológica mundial.
Reuter
