Esta vez los ataques se concentraron en Al-Mawasi, una zona costera cercana a Khan Younis, antes designada como zona segura por el ejército israelí después de que ordenara a los civiles evacuar otras partes de la Franja de Gaza y en la que 1,5 millones de personas podrían estar viviendo, según los cálculos del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (OOPS).
Esta ofensiva en el campo de desplazados de Gaza causó daños masivos, mientras flotas de ambulancias trasladaban a los heridos a los hospitales Nasser de Khan Younis, al de campaña kuwaití de Rafah y a otras clínicas cercanas.
El Ministerio de Sanidad del enclave palestino, dirigido por Hamás, dijo que al menos 90 personas murieron y casi 300 resultaron heridas en el ataque.
La agencia de defensa civil de Gaza declaró que los continuos bombardeos habían impedido a sus equipos llegar hasta las víctimas en la ciudad de tiendas de campaña donde decenas de miles de personas han buscado refugio.
El portavoz de la defensa civil, Mahmud Bassal, declaró a AFP:
«Todavía hay muchos cadáveres de mártires esparcidos por las calles, bajo los escombros y alrededor de las tiendas de los desplazados a los que no se puede llegar debido a los intensos bombardeos de la ocupación (ejército israelí) que tienen como objetivo lugares y tiendas de campaña en Al-Mawasi».
«Esto fue designado como una zona segura llena de gente del norte. Todos los niños fueron martirizados aquí. Recogimos sus piezas con nuestras manos», dijo a la agencia AP un testigo palestino que también estimó que en el ataque se detonaron siete u ocho misiles, y quien confirmó que socorristas también fueron atacados.
Imágenes publicadas por la agencia de noticias Reuters muestran la severidad de los bombardeos en una zona en la que los testigos dicen que había permanecido en completa calma para quienes huían del conflicto y se refugiaron en improvisadas y sofocantes tiendas de campañas con poca disposición para las necesidades básicas.
En las fotografías se muestra personal médico corriendo al área del ataque en medio de nubes de humo y polvo, mientras los afectados, que son personas desplazadas por el conflicto, huían del lugar con algunas de sus pertenencias en las manos.
«Se han ido todos, toda mi familia se ha ido… ¿Dónde están mis hermanos? Todos se han ido, todos se han ido. No queda nadie», dijo entre lágrimas una mujer que no dio su nombre a Reuters.
«Nuestros hijos están en pedazos, están en pedazos. Qué vergüenza», agregó.
Las declaraciones dan cuenta que muchos de los heridos, que estaban siendo evacuados, eran rescatistas, que inicialmente fueron a atender a las primeras víctimas.
La situación se complicó más el sábado porque los responsables del Hospital de Nasser, hasta el momento el mayor centro médico en funcionamiento de Gaza, declararon que los médicos estaban desbordados por lo que ya no podían atender más heridos.
Según los medios israelíes, las Fuerzas Armadas de Israel confirmaron que el ataque iba dirigido contra Mohammed Deif, el jefe del ala militar de Hamás y uno de los principales planificadores del ataque del grupo islamista contra Israel del 7 de octubre de 2023, que dejó 1200 muertos y 250 secuestrados según el gobierno israelí y que desencadenó esta persecución a muerte de Israel contra el grupo islamista en la Franja de Gaza, que ha dejado más de 38.000 muertos en el enclave, según el conteo del ministerio de Sanidad de Gaza.
¿Quién es el jefe militar que Israel estaba buscando?
Aunque no se ha confirmado si estaban entre los muertos, funcionarios israelíes afirmaron que Mohammed Deif, jefe del ala militar de Hamás; y un segundo comandante, Rafa Salama, eran los objetivos del operativo israelí.
«Todavía estamos revisando y verificando el resultado del ataque», dijo a los micrófonos de AP un miembro del ministerio de Defensa de Israel, que no negó que la ofensiva hubiera tenido lugar dentro de la zona segura designada por Israel.
Mientras tanto, del otro lado, un alto funcionario de Hamás no confirmó si Deif había estado presente y calificó las acusaciones israelíes de «tonterías».
«Todos los mártires son civiles y lo que sucedió fue una grave escalada de la guerra de genocidio, respaldada por el apoyo estadounidense y el silencio mundial», dijo a Reuters Sami Abu Zuhri, vocero de Hamás, y agregó que el ataque muestra que Israel no está interesado en llegar a un acuerdo de alto el fuego.
Para Tel Aviv, el nombre de Deif supone tal vez el principal enemigo en la guerra, que se ha extendido por nueve meses, pues se cree que sería el principal «arquitecto» del ataque de aquel 7 de octubre de 2023.
Destacándose en las filas de la milicia islamista a lo largo de 30 años, Mohammed Deif, ha encabezado la lista de los más buscados de Israel durante años y ha logrado burlar varios intentos de asesinato del Ejército israelí.
Los informes de los uniformados de Israel aseguran que sería Deif quien desarrolló la red de túneles de Hamás y la principal mente maestra en la fabricación de bombas.
El 19 de marzo de este año, Israel, en un afán por acabar con él, desplegó un ataque en el que presuntamente murió el lugarteniente de Deif, Marwan Issa, aunque desde entonces, Hamás no ha confirmado ni negado su muerte.
Mientras tanto, los mediadores estadounidenses, egipcios y qataríes siguen presionando para lograr un acuerdo propuesto para un alto el fuego en tres fases y un plan de liberación de rehenes en Gaza.
Con AFP, AP y Reuters