Enfrentamientos el miércoles entre seguidores del ex presidente Evo Morales y la policía que intentaba despejar un bloqueo de carretera en el suroeste del país dejaron un oficial muerto y otro herido, dijo el gobierno.
“Hubo disparos, un (agente) perdió la vida y otro está gravemente herido” en la localidad de Llallagua, dijo el viceministro del Interior, Jhonny Aguilera.
El martes, al menos 17 personas resultaron heridas en un violento enfrentamiento en la ciudad entre partidarios de Morales que bloqueaban las carreteras y residentes que intentaban abrirse paso por la fuerza.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, ordenó este miércoles a la Policía y las Fuerzas Armadas desbloquear las rutas tomadas por simpatizantes del ex presidente Evo Morales, en medio de una creciente tensión política que amenaza con desestabilizar al país a solo dos meses de las elecciones generales.
Por su parte, Evo Morales señaló esta jornada que el desbloqueo generará una “mayor rebelión y mayor sublevación ante el Gobierno”.
La medida de Arce se produce tras diez días de bloqueos que han paralizado el tránsito entre el occidente y el centro del país, especialmente en el estratégico corredor que une la ciudad de La Paz con Cochabamba, considerado un bastión político de Morales. Los cortes de ruta han derivado en enfrentamientos, escasez de alimentos, aumento de precios y denuncias de vandalismo.
“Estamos instruyendo el inicio de un operativo de desbloqueo a nivel nacional”, dijo Arce en un mensaje televisado desde la Casa Grande del Pueblo. “No vamos a permitir que intereses personales afecten la economía y la vida del pueblo boliviano”.
El principal foco de tensión se registró en la localidad de Parotani, a 40 kilómetros de Cochabamba, donde las fuerzas de seguridad recurrieron al uso de gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes. Los enfrentamientos dejaron varios heridos, incluyendo un policía con lesión grave en la cabeza, según reportes oficiales.
Imágenes difundidas por medios locales mostraron a uniformados retirando piedras y escombros, mientras los manifestantes se refugiaban en los cerros cercanos.
El martes, en el poblado minero de Llallagua, en el departamento de Potosí, se reportaron 17 personas heridas en enfrentamientos entre vecinos y sectores movilizados.
En respuesta, el ex mandatario Evo Morales acusó al gobierno de Arce de criminalizar la protesta y advirtió que el uso de la fuerza podría desencadenar una rebelión nacional.
“Habrá mayor sublevación ante la represión”, dijo Morales en declaraciones a la emisora Kawsachun Coca, que opera en el trópico de Cochabamba, zona cocalera bajo su influencia.
Morales denunció que Bolivia “vive una dictadura” y afirmó que las protestas están motivadas por la “falta de comida” y el “abandono del campo”. Sus bases exigen además la renuncia de Arce, a quien responsabilizan por la inflación, la escasez de dólares y combustibles.
La escalada de protestas refleja una ruptura interna en el Movimiento al Socialismo (MAS), partido que ambos dirigentes ayudaron a fundar. Morales, quien gobernó Bolivia entre 2006 y 2019, rompió con el actual presidente y se ha declarado opositor a su gestión.
El ex mandatario insiste en postularse nuevamente en las elecciones del 17 de agosto, pese a que el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) ratificó que la reelección sólo puede ejercerse una vez de forma continua. Morales ya gobernó en tres periodos.
Debido a esta limitación legal y a que actualmente no cuenta con un partido político inscrito, quedó fuera del proceso electoral, lo que derivó en el inicio de las movilizaciones.
“El evismo ha amedrentado a vocales del Tribunal Supremo Electoral, policías, y personal de salud; ha bloqueado rutas y tiene el plan de cercar La Paz para rendirla con hambre”, denunció Arce.
El Ministerio Público investiga a Morales por ocho delitos, incluido terrorismo, a raíz de un audio difundido la semana pasada en el que supuestamente instruye a sus bases a realizar un “cerco” a la sede de gobierno.
Las acusaciones han sido rechazadas por el ex gobernante, quien sostiene que enfrenta una “persecución judicial” para impedirle participar en política.
Según la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), el país amaneció este miércoles con al menos 21 puntos de bloqueo en los departamentos de Cochabamba, Oruro, Potosí y Santa Cruz.
El desabastecimiento ya se refleja en los mercados de las principales ciudades, con un aumento en los precios de productos básicos y dificultades logísticas para transportar alimentos y combustible.
(Con información de AFP y EFE)