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Cuando la geopolítica es protagonista en el Mundial de fútbol

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Escrito por Redacción

Irán y Estados Unidos, que se miden el martes en Catar, dejaron huella en el Mundial-1998 con escenas de fraternidad entre los futbolistas de ambos países rivales. Aquí van otros momentos importantes en los que la geopolítica tuvo su protagonismo en los Mundiales de fútbol.

1938: Italia-Francia

En un contexto geopolítico muy tenso, con la sombra del fascismo en Europa, Francia organizó la tercera Copa del Mundo de la historia.

El 12 de junio se mide en cuartos de final a Italia en el estadio de Colombes (victoria de Italia por 3-1).

Los italianos visten una remera negra, parecida a la de los milicianos del régimen de Benito Mussolini, y hacen un saludo fascista a los 60.000 espectadores. El público responde silbando estruendosamente el himno italiano.

En opinión del ‘Duce’, el fútbol es un medio para mostrar la superioridad de la ideología fascista. La ‘Nazionale’ llega a la final y levanta su segundo Mundial consecutivo.

1974: RFA-RDA

El 22 de junio, la República Federal Alemana (RFA) y la República Democrática Alemana (RDA), hermanos malavenidos, chocan en Hamburgo, donde el Wolksparkstadion cuelga el cartel de no hay boletos.

En plena guerra fría, este enfrentamiento muestra la tensión entre ambos bloques.

Pero no debería haber incidentes: los dos países están en un proceso de normalización y firmaron un tratado de reconocimiento mutuo en 1972.

El duelo, considerado de riesgo, tiene lugar sin mayor contratiempo. La RDA gana por sorpresa, merced a un gol en el último cuarto de hora de Jürgen Sparwasser, que pasa a la historia como el que dio el triunfo al bloque del Este.

Sin embargo, la RFA es quien consigue llegar al final de la competición y ganar su segunda Copa del Mundo.

1986: Argentina-Inglaterra

El 22 de junio, Argentina e Inglaterra se ven las caras en cuartos de final en México, cuatro años después de la guerra de las Malvinas, que provocó la muerte de 649 argentinos y 255 británicos.

El ambiente es muy tenso entre estas dos selecciones, cuyos países no tienen relaciones diplomáticas desde 1982.

En cada partido a lo largo del torneo los seguidores argentinos muestran pancartas donde se lee «las Malvinas son argentinas» y entonan cánticos nacionalistas que llaman a «matar a los ingleses».

Al margen del partido, los enfrentamientos estallan entre los ultras de ambas aficiones, dejando decenas de heridos.

Argentina gana el partido, en gran parte por Diego Maradona, autor de dos goles legendarios: la ‘mano de Dios’ y el ‘gol del siglo’.

El mito del fútbol argentino declaró: «Era una final para nosotros. No era cuestión de ganar un partido, se trataba de eliminar a los ingleses».

1998: Irán-Estados Unidos

En su segunda participación en un Mundial, Irán cae en 1998 en el grupo de Estados Unidos, su gran enemigo.

Las relaciones diplomáticas entre ambos países están rotas desde la toma de rehenes de la embajada estadounidense en Teherán, tras la Revolución Iraní de 1979.

Este enfrentamiento, el 21 de junio en Lyon, es una ocasión para apaciguar las cosas.

Luego de los himnos nacionales, los jugadores estadounidenses se dan la mano con sus rivales y les dan unos banderines. Cada uno de ellos recibe, a cambio, un ramo de rosas blancas. Los futbolistas de ambas selecciones posan luego para una foto todos juntos.

Los iraníes se llevan el partido (2-1), logrando su primera victoria en un Mundial.

2018: Suiza contra Serbia

El 22 de junio en Kaliningrado, Serbia juega contra Suiza, que cuenta con varios futbolistas de origen kosovar.

Kosovo es una exprovincia de Serbia, poblada sobre todo por albaneses, que declaró su independencia en 2008. Ésta no es reconocida por Serbia y las relaciones entre Belgrado y Pristina son pésimas.

Granit Xhaka, nacido en Suiza de familia kosovar, y Xherdan Shaqiri, quien sí llegó al mundo en Kosovo, marcan cada uno un gol, permitiendo a Suiza superar a Serbia (2-1 al final a favor de los helvéticos).

Ambos jugadores celebran sus tantos imitando con sus dos manos el águila de la bandera albanesa, un gesto de apoyo a Kosovo, provocando el enfado de la prensa serbia, que denuncia una «vergonzosa provocación».

Los jugadores reciben una sanción de la FIFA, una multa de 8.660 euros a cada uno.

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