El presidente estadounidense Donald Trump sugirió el lunes que podría eximir temporalmente a la industria automotriz de los aranceles que previamente impuso al sector, para darles tiempo a los fabricantes de automóviles para ajustar sus cadenas de suministro.
“Estoy considerando algo para ayudar a algunas compañías automotrices”, declaró Trump a los periodistas reunidos en el Despacho Oval. El presidente republicano afirmó que los fabricantes de automóviles necesitaban tiempo para reubicar la producción desde Canadá, México y otros lugares. “Y necesitan un poco de tiempo porque van a fabricarlos aquí, pero necesitan un poco de tiempo. Así que estoy hablando de cosas así”.
La declaración insinuó otra ronda de cambios en los aranceles, ya que la avalancha de impuestos a las importaciones de Trump ha generado pánico en los mercados financieros y suscitado profundas preocupaciones entre los economistas de Wall Street sobre una posible recesión.
Cuando Trump anunció los aranceles del 25% a los automóviles el 27 de marzo, los describió como “permanentes”. Su línea dura sobre el comercio se ha vuelto cada vez más difusa a medida que busca limitar las posibles repercusiones económicas y políticas de sus políticas.
La semana pasada, después de que una liquidación en el mercado de bonos hiciera subir las tasas de interés de la deuda estadounidense, Trump anunció que durante 90 días sus aranceles más amplios contra docenas de países se fijarían en un nivel base del 10% para dar tiempo a las negociaciones.
Al mismo tiempo, Trump aumentó los impuestos a las importaciones de China al 145%, solo para eximir temporalmente a los productos electrónicos de algunos de esos aranceles al aplicarles una tasa del 20 por ciento.
“No cambio de opinión, pero soy flexible”, dijo Trump el lunes.
La flexibilidad de Trump también ha alimentado una sensación de incertidumbre y confusión sobre sus intenciones y objetivos finales. El índice bursátil S&P 500 subió ligeramente en las operaciones del lunes por la tarde, pero aún acumula una caída de casi el 9% este año. Los tipos de interés de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años también se elevaron, situándose aproximadamente en el 4,4%.
Carl Tannenbaum, economista jefe de la firma financiera global Northern Trust, dijo que el latigazo cervical había sido tan grande que podría tener que “adaptarse a un collarín”.
Tannenbaum advirtió en un análisis: “El daño a la confianza de los consumidores, las empresas y el mercado podría ser ya irreversible”.
El presidente estadounidense también afirmó haber hablado recientemente con el director ejecutivo de Apple, Tim Cook, y haberle “ayudado”. Muchos productos de Apple, incluido su popular iPhone, se ensamblan en China.
La administración Trump ha sugerido que sus aranceles han aislado a China mientras Estados Unidos entablaba conversaciones con otros países.
Pero China también busca estrechar sus relaciones en Asia con las naciones afectadas por los aranceles de Trump. El líder chino, Xi Jinping, se reunió el lunes en Hanoi con el secretario general del Partido Comunista de Vietnam, To Lam, y le transmitió el mensaje de que nadie gana en las guerras comerciales.
Cuando se le preguntó sobre la reunión, Trump sugirió que las dos naciones estaban conspirando para causar daño económico a Estados Unidos al “tratar de averiguar cómo perjudicar a los Estados Unidos de América”.
(Con información de AP)