Por pocos metros de distancia se evitó un desastre nuclear en la planta nuclear de Zaporizhia. Así lo precisó el director del organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi.
La central nuclear más grande de Europa vuelve a elevar las alarmas luego de que un aluvión de proyectiles impactara en sus inmediaciones durante el fin de semana. Algunos de los proyectiles cayeron cerca de los reactores y dañaron un edificio de almacenamiento de desechos radiactivos, precisó el OIEA.
«Tuvimos suerte de que no ocurriera un incidente nuclear potencialmente grave. La próxima vez, puede que no tengamos tanta suerte», advirtió Rafael Grossi, al describir la situación como una «llamado cercano».
En medio de este panorama, un equipo de expertos del OIEA visita este lunes 21 de noviembre el lugar donde por meses se han enfrentado el Ejército local y las tropas rusas.
Entre los objetivos de la inspección está “hacer todo lo que esté a nuestro alcance para asegurarnos de que no haya una próxima vez”, indicó Rossi, que pide una zona de protección y seguridad nuclear alrededor de la planta, ubicada en territorio controlado por Moscú y que se anexionó de forma irregular en los cuestionados referendos del pasado septiembre.
Aún no está claro qué lado del conflicto habría sido responsable de las explosiones cerca de la instalación atómica, que era operada por expertos ucranianos bajo la mirada de los militares rusos desde los primeros días de la invasión, que inició el pasado 24 de febrero. Sin embargo, desde la anexión de cuatro regiones hace dos meses, incluida Zaporizhia, el Kremlin ordenó la apropiación total de la central nuclear.
Quien sea que haya disparado contra la planta está asumiendo «enormes riesgos, apostando con la vida de muchas personas» y “jugando con fuego”, advirtió Grossi.
Rusia se desmarca de las acusaciones y urge a una “respuesta global”
El Gobierno de Vladimir Putin intenta distanciarse de las acusaciones de Kiev sobre su presunta responsabilidad en las últimas explosiones y este lunes afirmó estar preocupado por lo que calificó de “repetidos bombardeos ucranianos”.
En este sentido, el director de la agencia estatal de energía nuclear de Rusia, Rosatom, señaló que en las últimas horas discutió sobre los bombardeos en Zaporizhia con el organismo de control nuclear de Naciones Unidas.
Moscú pidió a las potencias mundiales que garanticen que Ucrania cese los ataques contra la central nuclear más grande del continente.
«Esto no puede sino causar nuestra preocupación (…) Hacemos un llamado a todos los países del mundo para que usen su influencia para que las fuerzas armadas ucranianas dejen de hacer esto”, sostuvo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
Entre los daños ocasionados el fin de semana, el OIEA también reportó afectaciones a “los sistemas de rociadores de estanques de enfriamiento, un cable eléctrico que va a uno de los reactores, tanques de almacenamiento de condensado y un puente entre otro reactor y sus edificios auxiliares».
Aunque los suministros de energía externos no se vieron afectados y los niveles de radiación en la planta se mantuvieron normales, las posibilidades de un incidente grave crecen en la planta de Zaporizhia; un lugar a solo 500 kilómetros del sitio del desastre de Chernobyl en 1986, la peor catástrofe nuclear del mundo registrada hasta ahora.
Con Reuters y AP