El papa Francisco ha anulado «con gran pesar» su viaje del próximo viernes a la conferencia climática COP28 de Dubái por recomendación de los médicos tras su reciente enfermedad respiratoria, confirmó este martes el Vaticano.
El portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, explicó en un comunicado que aunque el cuadro clínico general del pontífice «mejora», los médicos le han recomendado no realizar el viaje previsto del 1 al 3 de diciembre a Dubái.
«El papa Francisco ha acogido con gran pesar esta solicitud de los médicos y el viaje ha quedado anulado», apuntó en la nota.
Sin embargo Bruni explicó que el pontífice argentino y la Santa Sede siguen deseando participar en los debates de los próximos días en Dubái por lo que «se definirá lo antes posible el modo» en que se podrá realizar una eventual intervención.
Francisco, de 86 años, tuvo que someterse el pasado sábado a una TAC en un hospital del centro de Roma por una «inflamación pulmonar» debido a un «ligero estado gripal» que en los últimos días le ha obligado a suspender algunos actos de su agenda.
El examen médico descartó el riesgo de eventuales complicaciones pulmonares y ayer el Vaticano confirmó que su estado de salud es bueno, sin fiebre y que su situación general mejora. De hecho hoy recibió a los obispos españoles durante más de dos horas.
La cancelación de su viaje es una decisión de última hora dado que esta misma mañana el Vaticano ofreció una rueda de prensa para ilustrar los detalles de la participación del papa en la COP28.
Bruni explicó en su comparecencia que Francisco mantendría una treintena de reuniones con jefes de Estado, líderes religiosos y asociaciones durante su estancia en Emiratos Árabes, siendo recibido por el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.
Es la primera vez que un papa iba a participar activamente en una cumbre de este tipo y también la primera vez que una delegación de la Santa Sede participará activamente en las negociaciones y no sólo como «observador», como ocurre en las cumbres de Naciones Unidas.