La coalición del gobierno del presidente izquierdista de Chile Gabriel Boric quedó salpicada por presunta corrupción y el mandatario dijo este viernes que en su administración «no hay nadie blindado».
La asignación directa de fondos estatales por 530.000 dólares a la fundación Democracia Viva, dirigida por integrantes del partido Revolución Democrática (RD), poderoso aliado del gobierno, puso a prueba la promesa de Boric de gobernar con mayor probidad y transparencia un país que arrastra una profunda crisis de confianza en sus instituciones y dirigencia.
«Acá no hay nadie blindado, pero el que tenga responsabilidad tendrá que responder», así lo afirmó el mandatario de 37 años de edad, cuando crecen las denuncias contra la fundación Democracia Viva. Esta se creó poco tiempo después del triunfo electoral de Boric en diciembre de 2021.
El caso, que algunos analistas consideran un ejemplo de clientelismo político, se convirtió en un escándalo cuando trascendió que el representante legal de la fundación, Daniel Andrade, y Carlos Contreras, supervisor regional del ministerio de la Vivienda en la región de Antofagasta (norte), eran pareja y amigo personal, respectivamente, de la diputada Catalina Pérez, todos miembros de RD.
Revolución Democrática es el partido más importante del Frente Amplio, la coalición que llevó al poder a Boric hace 15 meses.
Sus jóvenes fundadores prometieron elevar la ética y acusan a los partidos tradicionales de haber usado su posición de poder para hacer negocios con el Estado.
La contraloría congeló el jueves las autorizaciones de entrega de recursos a las distintas fundaciones que colaboran con el Estado de Chile, una fórmula muy común para suplir funciones asignadas a entes privados con fondos públicos, sobre todo en áreas de la superación de la pobreza.
La Fiscalía ya abrió una investigación y se allanaron las oficinas de la Fundación Democracia Viva en Santiago y la casa que compartía la diputada Pérez con su pareja Daniel Andrade.
«El Estado se apoya mucho en la sociedad civil para poder sacar las pegas (los trabajos) adelante, y eso se tiene que hacer de manera transparente», afirmó Boric para defender la labor de estas organizaciones.
«En los casos donde se confirmen acciones que ameriten medidas, por duras que estas sean, las voy a tomar. Personalmente voy a hacer valer las responsabilidades políticas que correspondan», dijo el presidente.
Chile figura entre los países menos corruptos de América Latina, pero lleva varios años lidiando con escándalos de corrupción entre la esferas más altas de la política: desde el dictador Augusto Pinochet (1973-1990) hasta el dos veces presidente conservador Sebastián Piñera, señalado en varias acciones de conflicto de interés por sus millonarios negocios, sin dejar a atrás políticos de izquierda y de centro.
AFP