El barco Madleen, parte de la Freedom Flotilla Coalition, zarpó desde el puerto de Catania, en Sicilia (Italia), con el objetivo de llegar por mar a la costa de Gaza, pese al férreo bloqueo naval impuesto por Israel. La embarcación lleva a bordo a una docena de activistas internacionales, entre ellos Greta Thunberg, quien rompió en llanto al hablar de la crisis humanitaria.
“Por muy peligrosa que sea esta misión, no es ni de lejos tan peligrosa como el silencio del mundo ante el genocidio transmitido en directo”, afirmó la activista climática en declaraciones citadas por AP.
Además de Thunberg, entre los tripulantes se encuentran el actor Liam Cunningham (conocido por su papel en Juego de Tronos) y la eurodiputada francesa de origen palestino Rima Hassan, a quien Israel ha prohibido la entrada por su posición crítica frente a la ofensiva militar.
Misión humanitaria en un contexto tenso en Gaza
Esta misión humanitaria se realiza en un momento crítico. La guerra entre Israel y Hamás ha dejado más de 52.000 palestinos muertos, según el Ministerio de Salud de Gaza, y la ONU ha advertido sobre el riesgo inminente de hambruna para la población, en su mayoría desplazada.
Israel mantiene que el bloqueo busca presionar a Hamás para liberar a los rehenes tomados durante el ataque del 7 de octubre de 2023, que dejó 1.200 israelíes muertos y 251 secuestrados.
A principios de mayo, otro barco de la flotilla, el Conscience, fue dañado por un presunto ataque con drones en aguas internacionales frente a Malta. El grupo responsabilizó a Israel, aunque no se ha confirmado de manera independiente.
Los organizadores reconocen el peligro de la misión, pero insisten en su valor simbólico y estratégico: “Romper el asedio por mar forma parte de una estrategia más amplia que también incluye movilizaciones por tierra”, declaró el activista brasileño Thiago Ávila.
Greta Thunberg y otros activistas promueven Marcha Global a Gaza
Greta Thunberg y los demás activistas también impulsan la Marcha Global a Gaza, prevista para mediados de junio, que partirá desde Egipto hacia el paso de Rafah. El objetivo: organizar una protesta internacional y exigir la reapertura del cruce, cerrado tras las operaciones militares israelíes.
Israel ha rechazado con firmeza las acusaciones de genocidio por parte de gobiernos, activistas y juristas internacionales, calificándolas de “libelo de sangre” antisemita. Asegura que su ofensiva tiene como único objetivo a Hamás, no a la población civil.
El Nacional