Los embajadores de la UE reunidos en Bruselas el miércoles 4 de octubre alcanzaron un acuerdo sobre un texto clave para la reforma de la política migratoria europea, superando las reservas italianas antes de la cumbre de los Veintisiete que se celebrará el viernes en España.
El reglamento que se debate pretende organizar una respuesta europea en caso de afluencia masiva de migrantes a un país de la UE, como ocurrió durante la crisis de refugiados de 2015-2016. En concreto, permite detener a los migrantes durante periodos más largos en las fronteras exteriores del bloque.
El acuerdo, anunciado por la presidencia española de la UE, deberá negociarse ahora con el Parlamento Europeo.
Este texto, última pieza del Pacto de Asilo y Migración de la UE sobre la que debían ponerse de acuerdo los Estados miembros, había chocado durante varios meses con las objeciones de Alemania, por motivos humanitarios. En una reunión de ministros de Interior celebrada a finales de septiembre se llegó a un compromiso para obtener la luz verde de Berlín, pero Italia manifestó entonces su desacuerdo.
Según fuentes diplomáticas, las objeciones de Italia se referían al papel de las ONG de rescate de inmigrantes, y Roma criticaba a Berlín por financiar varias ONG de rescate en el Mediterráneo, algunas de las cuales operan bajo bandera alemana.
La semana pasada, la jefa del Gobierno italiano, Giorgia Meloni, pidió que estas ONG desembarcaran a los migrantes en los países cuya bandera enarbolan sus barcos. El compromiso adoptado el miércoles recibió finalmente el apoyo tanto de Italia como de Alemania.
«Es un resultado muy positivo, un éxito para Italia. Cuando Europa toma decisiones, debe tener en cuenta la opinión de todos», declaró el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani.
El acuerdo sobre este texto es un «punto de inflexión histórico» que «limitará eficazmente la inmigración irregular en Europa y supondrá un alivio duradero para países como Alemania», comentó el canciller alemán, Olaf Scholz.
La Comisión Europea y España, que ejerce la presidencia semestral del Consejo de la UE, habían expresado su confianza en las perspectivas de un acuerdo antes del Consejo Europeo informal que se celebrará el viernes en Granada (sur de España). El candente tema de la inmigración centrará los debates entre los Jefes de Estado y de Gobierno.
Nuevas normas en caso de afluencia «masiva» de inmigrantes
La paralización de esta «solución de crisis» fue fuente de frustración en el seno de la UE, dado el aumento del número de migrantes que llegan a sus fronteras exteriores y la situación en la isla italiana de Lampedusa.
En caso de afluencia «masiva» y «excepcional» de migrantes, el texto prevé la introducción de un sistema de excepción menos protector de los solicitantes de asilo que los procedimientos habituales.
Amplía hasta 40 semanas la duración de la retención de los migrantes en las fronteras exteriores de la UE y permite procedimientos más rápidos y sencillos de examen de las solicitudes de asilo para un mayor número de exiliados (todos aquellos procedentes de países donde la tasa de reconocimiento, es decir, la tasa de respuestas positivas a las solicitudes de asilo, es inferior al 75%), de modo que puedan ser devueltos más fácilmente.
También prevé la rápida puesta en marcha de mecanismos de solidaridad hacia el Estado miembro que se enfrente a esta afluencia, en forma de reubicación de los solicitantes de asilo o de contribución financiera.
En una reunión celebrada en julio, no se alcanzó la mayoría necesaria para adoptar este reglamento. Alemania se abstuvo en particular por la oposición de los Verdes, miembros de la coalición de gobierno, que pedían un dispositivo para los menores y las familias.
Para empujar a los 27 Estados miembros a ponerse de acuerdo sobre este reglamento, el Parlamento Europeo decidió dejar en suspenso las negociaciones ya en curso con los Estados miembros sobre otros dos textos del paquete migratorio destinados a reforzar la seguridad en las fronteras exteriores.
Sin embargo, el acuerdo alcanzado el miércoles «es un gran paso adelante, y ahora estamos en mejores condiciones para alcanzar un acuerdo sobre el conjunto del Pacto de Asilo y Migración con el Parlamento antes de que finalice este semestre», declaró el ministro español del Interior, Fernando Grande-Marlaska Gómez.
En cualquier caso, el objetivo declarado es adoptar el pacto, presentado por la Comisión Europea en septiembre de 2020 y que incluye una decena de actos legislativos, antes de las elecciones europeas de junio de 2024.
Durante la votación de este miércoles, Austria, Eslovaquia y la República Checa se han abstenido, mientras que Polonia y Hungría se han opuesto, según una fuente diplomática.
«Hacemos un llamamiento a Bruselas para que ponga fin inmediatamente a esta política migratoria, con la reinstalación de cuotas obligatorias. La creciente presión migratoria sobre Europa Central es enteramente imputable a Bruselas», que «apoya el modelo económico de los traficantes», reaccionó el ministro húngaro de Asuntos Exteriores, Peter Szijjarto.
Con AFP
