Miles de jóvenes de todas partes del mundo, reunidos en Roma para el multitudinario Jubileo de la Juventud, participaron este viernes en una profunda jornada de penitencia en la histórica explanada del Circo Máximo. Con la presencia de aproximadamente 1.000 sacerdotes y confesores, los peregrinos buscaron la reconciliación y la gracia divina, reafirmando que su propósito en la capital italiana va más allá del turismo.
De acuerdo una publicación por el diario Panorama, durante todo el día, antes de su esperado encuentro con el papa León XIV este fin de semana en Tor Vergata, los jóvenes tuvieron la oportunidad de acceder a 200 confesionarios.
Estos estaban equipados para atender en una amplia gama de idiomas, incluyendo italiano, español, inglés, francés, portugués y polaco, mientras que se establecieron horarios específicos para aquellos que hablaban alemán, húngaro, eslovaco, coreano y chino.
Fray Marcos, un sacerdote llegado desde Madrid, explicó que esta actividad otorga la indulgencia plenaria, un momento clave para «buscar esa reconciliación con el Señor«. Subrayó que, aunque la gracia es un don inalienable, «siempre hay que buscarla a través del sacramento de la confesión«.
La fe de los peregrinos
En la nota difundida señalan la expectativa de la confesión reflejó un profundo anhelo espiritual entre los jóvenes. Citan a Juan Miguel, quien llegó a Roma el jueves, expresó con claridad su motivación.
«Venimos a conseguir la indulgencia primaria, redimirse con el Señor, a vivir en paz con Cristo y con los que nos rodean». Insistió en la necesidad de preparar «la mente y el corazón«, reiterando que su visita no es por ocio, sino para «redimirnos un poco, a pedir perdón al Señor y a conseguir su favor».
EFE