Kamala Harris prometió el miércoles romper con la presidencia de Joe Biden en una entrevista con Fox News en la que habló de migración e intentó cortejar a los republicanos moderados, antes de una sesión de preguntas respuestas de Donald Trump con votantes latinos.
La entrevista de la vicepresidenta y candidata demócrata a la Casa Blanca fue un tira y afloje con un inquisitivo Bret Baier, un veterano periodista de la cadena preferida de los conservadores.
«Tienes que dejarme terminar» de hablar, soltó ella varias veces, cuando él le preguntó por el número de migrantes en situación irregular.
El presentador, con fama de duro pero justo, quiso saber si se arrepentía de haber puesto fin al programa Quédate en México, introducido por el expresidente Trump durante su mandato para que los migrantes esperen el desenlace del proceso migratorio del otro lado de la frontera.
La exfiscal de 59 años de edad insistió en que el sistema migratorio «está roto» y acusó a Trump de poner obstáculos para arreglarlo, bloqueando un proyecto de ley bipartidista.
El periodista destacó que migrantes liberados en espera de juicio migratorio cometieron crímenes atroces y lo ilustró con el video de la madre de una chica asesinada.
«Son casos trágicos, no cabe duda (…) y no puedo ni imaginar el dolor que han experimentado las familias de esas víctimas por una pérdida que no debería haber ocurrido» pero «también es cierto que si se hubiera aprobado una seguridad fronteriza hace nueve meses, habríamos tenido más agentes fronterizos en la frontera» con México, se defendió ella.
Harris, una nueva generación de liderazgo
Cuando le preguntó por qué dijo en otras entrevistas que no se le ocurría nada que hubiera hecho de forma diferente a Biden, ella contestó: «Mi presidencia no será una continuación» de la de Biden.
«Aportaré mis experiencias vitales, mis experiencias profesionales e ideas frescas y nuevas. Represento a una nueva generación de liderazgo», añadió.
Harris atacó duramente una vez más a Trump, de 78 años de edad, por amenazar con usar el ejército contra sus «enemigos internos».
«Él es el que tiende a degradar, menospreciar y rebajar al pueblo estadounidense. Él es quien habla de un enemigo interno», afirmó.
El equipo de campaña de Trump la criticó inmediatamente, diciendo que «estaba enfadada, a la defensiva».
Antes de la entrevista Harris dio un mitin en el estado clave de Pensilvania, donde volvió a llamar a Trump «inestable» y «desquiciado».
Harris se metió en la boca del lobo con la entrevista en Fox, una apuesta arriesgada con la que espera desempatar las encuestas con Trump cuando faltan menos de tres semanas para las elecciones.
Trump también acudió a Fox News, un terreno amigo para él, para una sesión de preguntas y respuestas con un público femenino.