La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) alertó este viernes de la carencia de servicios de atención sanitaria adecuada, refugio y alimentación para las miles de personas que huyeron del conflicto en Sudán y cruzaron a países vecinos como Sudán del Sur y Chad.
«Chad y Sudán del Sur acogen a más del 60% de las personas que se han visto obligadas a abandonar el país desde el pasado mes de abril», destacó la ONG en un comunicado en el que apuntó que «muchos llegan exhaustos y gravemente enfermos y (…) se enfrentan a la falta de refugio y de atención médica».
En este sentido, la entidad remarcó que las dificultades propias que pasan estos países se plasman en la atención que ofrecen a refugiados y retornados, que «carecen de comida y de agua en cantidades suficientes y están expuestos a sufrir brotes de enfermedades como el cólera o el sarampión».
En Sudán del Sur, los refugiados sursudaneses que regresan ahora a su país desde el vecino del norte se encuentran en una situación «delicada», con «centros de tránsito desbordados, falta de refugio adecuado y de atención médica y escasez de alimentos».
Cerca de 350.000 civiles han vuelto a Sudán del Sur, según datos de Naciones Unidas, entre refugiados y migrantes económicos que llevaban en el norte desde antes de la independencia, y el 80 % de ellos lo ha hecho a través de Renk, en el norte de la provincia del Alto Nilo, muy afectada por el propio conflicto interno.
Mientras, la mayoría de las 380.000 personas que entraron en Chad buscaron refugio en campos y asentamientos en la ciudad fronteriza de Adré y sus alrededores, donde «los equipos de MSF son testigos de las terribles condiciones de vida (…) con grave escasez de alimentos, agua, saneamiento, refugio y atención médica».
«La gente aguarda con desesperación a que les distribuyan raciones de comida. Algunas llevan cinco semanas sin recibir alimentos. Dan de comer a sus hijos con insectos, hierba y hojas. Tienen mucha menos agua de la que necesitan y muchos carecen de cualquier tipo de refugio», alertó la coordinadora de emergencias de MSF en Adré, Susana Borges.
Ante este escenario, Médicos Sin Fronteras (MSF) hizo un llamamiento a las agencias de la ONU, a los donantes internacionales y a las organizaciones humanitarias para que amplíen la respuesta para tratar de cubrir urgentemente las necesidades humanitarias de los refugiados sudaneses en Chad y Sudán del Sur.
