El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, cumple cien días de mandato con una gran popularidad gracias a la mano dura exhibida contra el crimen organizado. El mandatario declaró el «conflicto armado interno».
También tiene gran popularidad por impulsar reformas económicas controvertidas para equilibrar las cuentas estatales, como la subida del impuesto al valor agregado (IVA).
Con 35 años cuando llegó al poder en noviembre pasado, el presidente más joven de la historia democrática de Ecuador recibió un país que se ha situado entre los más violentos de Latinoamérica. Todo esto por el auge de las bandas criminales, principalmente dedicadas al narcotráfico. Además consiguió al país con un gran déficit fiscal de 4.800 millones de dólares, casi 5% del producto interior bruto (PIB).
Noboa ha logrado hasta el momento el apoyo para reformas económicas en la Asamblea Nacional (Parlamento). Se trata de una instancia que para su antecesor Guillermo Lasso (2021-2023), fue un muro infranqueable.
Cárceles intervenidas
El 9 de enero, el gobierno afrontó uno de los momentos más duros de los últimos años en el país. Esto cuando un grupo armado tomó por asalto un canal de televisión durante una transmisión en vivo. A la vez que se producían más hechos violentos en las calles y motines simultáneos en varias cárceles.
Todo esto, en medio de un estado de excepción, al que siguió la declaratoria de «conflicto armado interno» contra las bandas criminales.
A la vez, la Policía y las Fuerzas Armadas han intervenido las cárceles, epicentro de la crisis de inseguridad al estar controladas por las bandas criminales. Los centros de reclusión son causantes de una serie de masacres carcelarias que desde 2020 han dejado más de 450 presos asesinados.
También se han incautado más de 64 toneladas de drogas en este periodo. Entre ellas el mayor alijo de cocaína de la historia del país, con 21,5 toneladas de esa droga escondidas en una finca rural.
Seguridad, el eje central
Para el analista político Cristian Carpio el tema de la seguridad ha sido el eje central de la sostenibilidad del gobierno. «La declaratoria de conflicto armado interno le dio al presidente la legitimidad política para avanzar sus acciones. Pero también le dio mayor soporte y apoyo de la ciudadanía», dijo a EFE.
Y atribuye a la «percepción» de seguridad, el que no haya mayor rechazo al alza del IVA, a ciertas reformas económicas ni al análisis anunciado por Noboa para eliminar los subsidios a ciertos combustibles, un tema que a otros gobiernos les significó protestas muy fuertes.
Pero la situación podría cambiar cuando el ciudadano sienta en el día a día los efectos de las medidas económicas, por lo cual Carpio advierte que el gobierno ha comenzado a reforzar su narrativa política con el tema de la generación de empleo.
«Ellos están conscientes que ya la ciudadanía da por hecho los temas de seguridad, pero ahora comienza a demandar los temas económicos. El gobierno se va a enfocar en los siguientes meses en tratar de generar una percepción de que se está reactivando la economía y que también se está generando empleo», dijo.
Referéndum y elecciones
Cumpliendo su promesa de campaña de convocar a una consulta popular, los ecuatorianos acudirán el próximo 21 de abril a las urnas para responder a once preguntas. La mayor parte de ellas relacionadas con el tema de seguridad.
«El gobierno apalancó el referéndum sobre los temas de seguridad, eso le dio más legitimidad no solo ante la ciudadanía, sino ante la Corte Constitucional. No estoy seguro de que en otras circunstancias se hubiera dado paso, por ejemplo, al tema de trabajo por horas, que ha sido una de las líneas rojas en la política ecuatoriana», dijo.
Para el analista, Noboa tiene «altas posibilidades de ganar el referendo» lo que le podría facilitar el encaminarse a una eventual campaña electoral para una reelección.
Capital político en año preelectoral
Carpio destacó que Noboa aún mantenga una «luna de miel» política pasados los primeros tres meses de Gobierno, con una popularidad de entre 70 % y 80 % dependiendo de las encuestas, aunque teme que esos porcentajes puedan reducirse por el desgaste que le podría significar la aplicación de las medidas económicas.
«Sin embargo, es un capital político bastante importante, sobre todo en un año preelectoral», subrayó en referencia a que los ecuatorianos deberán elegir a un nuevo presidente en 2025, pues Noboa fue designado en las urnas para completar el período de Lasso, hasta mayo de ese año.