El destino de Citgo Petroleum entró en una fase de hibernación forzada debido a que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, a través de la OFAC, decidió blindar los activos de la refinadora venezolana prohibiendo cualquier movimiento de sus acciones hasta el 3 de febrero de 2026.
La emisión de esta prórroga paraliza, en la práctica, el avance de la subasta judicial dirigida por el tribunal de Delaware. Aunque ya existía un ganador preliminar para la compra de la matriz de Citgo, una filial de Elliott Investment Management con una oferta de 5.900 millones de dólares, la transacción no podrá ejecutarse sin el visto bueno de Washington.
Por otra parte, el equipo legal que representa los intereses de Venezuela en EE UU y empresas acreedoras como Gold Reserve impugnaron la venta ante el Tribunal de Apelaciones del Tercer Circuito, buscando revertir la decisión original del juez Leonard Stark.
Mientras, la administración de Nicolás Maduro califica el proceso como un “saqueo”, el Tesoro estadounidense utiliza esta pausa para incentivar a las partes a buscar un acuerdo de refinanciación, prometiendo una política de licencias “favorable” para quienes logren reestructurar la deuda sin desmantelar la empresa.
Más que una simple prohibición, la medida es una herramienta de negociación. Al extender la protección por más de un año, Washington traslada la presión hacia los acreedores y los administradores de la empresa, dándoles un margen para alcanzar pactos de pago que eviten la liquidación forzosa bajo el martillo judicial.
“Como resultado, durante dicho período, se prohíben las transacciones relacionadas con la venta o transferencia de acciones de Citgo en relación con el bono Pdvsa 2020 al 8,5 %, a menos que la OFAC lo autorice específicamente”, indica el texto en la disposición aclaratoria de la OFAC.
EFE

