El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, anunció que hablará el martes sobre política migratoria con su homólogo estadounidense, Joe Biden, en medio del temor a una avalancha de personas indocumentadas en la frontera común tras el levantamiento esta semana de restricciones por la pandemia.
La videollamada, que tendrá lugar desde las 15H30 GMT, tratará sobre «migración, fentanilo y cooperación para el desarrollo», dijo López Obrador en su conferencia de prensa diaria este lunes.
Consultada sobre el tema, la Casa Blanca declinó confirmar la videollamada.
El diálogo ocurrirá cuando el gobierno de Biden se prepara para levantar, el jueves 11, el denominado Título 42, la norma adoptada bajo el anterior presidente Donald Trump, que permite negar el ingreso de migrantes sin papeles y expulsar a los solicitantes de asilo debido a la emergencia sanitaria por el covid-19.
La administración Biden planea en cambio disuadir a los migrantes indocumentados aplicando del Título 8, que penaliza los cruces fronterizos ilegales y permite la deportación de los infractores a sus países.
Washington ha enfatizado que, aun sin Título 42, los pasos fronterizos seguirán cerrados a la migración irregular y que la única manera de ingresar legalmente a territorio estadounidense es mediante la solicitud de visas de asilo desde los países de origen o centros habilitados recientemente en Guatemala y Colombia.
Por su parte, México ha multiplicado sus llamados a los migrantes a no dejarse «engañar» por traficantes de personas conocidos como «coyotes» o polleros», que supuestamente aseguran que, una vez expire el Título 42, se podrá ingresar a Estados Unidos.
«No hace falta hacer la travesía por México», señaló López Obrador este lunes, instando a las personas a solicitar visados en sus países de origen.
Explicó que este proceso puede llevar «algún tiempo», pero «es más seguro», además de que su gobierno ha insistido ante la Casa Blanca para que se agilice el mecanismo. Aseguró que los migrantes que ya estén México serán «protegidos».
EEUU refuerza su frontera
Washington aumentó hasta 1.000 las citas diarias para pedir asilo a través de la aplicación móvil CPB One, que según algunos migrantes está colapsada. Además, dijo que sumará unos 1.500 soldados a los 2.500 que ya resguardan la frontera con México, de 3.200 km de largo.
En lo que va del año fiscal (desde octubre de 2022), Estados Unidos ha contabilizado 1,2 millones de interceptaciones de migrantes en su frontera sur.
En medio de rumores e incertidumbre sobre lo que pasará cuando deje de regir el Título 42, cientos de extranjeros sin papeles han intentado en los últimos días llegar al norte de México, o cruzar ilegalmente hacia Estados Unidos.
En la sureña ciudad de Tapachula, muy cerca del límite con Guatemala, unas 3.000 personas abarrotaban este lunes unas improvisadas oficinas instaladas desde hace unos meses en un parque para otorgar permisos de tránsito por México.
«Estamos ‘guerreando’ para ver si tratamos de llegar el 11 (de mayo) a la frontera con Estados Unidos, para ver si podemos entrar», declaró a la AFP el venezolano José Daniel.
En tanto, en la norteña Ciudad Juárez, vecina de El Paso, Texas, cientos de migrantes, en su mayoría venezolanos, colombianos, y hondureños, se aglomeraban en el Río Bravo, frontera natural con Estados Unidos, en medio de falsos rumores de que las autoridades estadounidenses habían habilitado un punto de acceso.
Otros, sin embargo, han conseguido cruzar ilegalmente desde la ciudad de Matamoros (noreste) hacia Brownsville, Texas, donde han inundado albergues para migrantes en espera de iniciar su trámite de asilo. Varios migrantes venezolanos figuran entre las ocho personas que murieron el domingo al ser atropelladas frente a un centro de acogida de dicha ciudad.
El Título 8 permite prohibirles la entrada a los infractores durante cinco años si vuelven a intentar ingresar y prevé posibles procesos penales.
López Obrador ha señalado que su gobierno podría seguir recibiendo a migrantes por razones humanitarias.
En las últimas semanas, en al menos dos ocasiones cientos de personas indocumentadas han cruzado desde Ciudad Juárez y Matamoros para entregarse a autoridades estadounidenses.
AFP