El presidente electo Donald Trump dio una señal de volver a las políticas de máxima presión contra los regímenes de izquierda que caracterizaron su primer mandato al nombrar enviado especial para América Latina a un veterano halcón de la política exterior conocido por sus posturas de línea dura respecto a Cuba.
Su elegido, Mauricio Claver-Carone, de 49 años, es abogado, bloguero, lobista y exfuncionario del Departamento del Tesoro. Claver-Carone fue ayudante adjunto del presidente y director principal para Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional durante el primer mandato de Trump.
Dejó el gobierno para ocupar un prestigioso puesto de cinco años al frente del Banco Interamericano de Desarrollo. Pero fue despedido al cabo de dos años, cuando surgieron acusaciones de que mantenía una relación romántica con una subordinada cuyo salario había aumentado en 133.000 dólares en menos de un año, según un informe confidencial de investigación interna citado por The Associated Press.
Claver-Carone negó rotundamente las acusaciones de una aventura .
Al ser nombrado enviado especial del Departamento de Estado, Claver-Carone podría eludir el proceso de nominaciones del Senado, que dejaría al descubierto las turbias circunstancias que rodearon su salida del banco regional de desarrollo.
El banco, integrado por 48 países miembro, tiene como objetivo reducir la pobreza y desarrollar América Latina; su presidencia siempre había recaído en alguien de la región.
Claver-Carone ha dicho que fue víctima de una campaña de desprestigio por parte de funcionarios de varios países que querían forzar su salida después de que se negara a contratar a sus compinches. Añadió que la subordinada recibió un aumento cuando luchó por un salario más alto tras enterarse de que su predecesor ganaba bastante más.
El banco llegó a un acuerdo económico con él y otros dos empleados después de que presentaron denuncias ante un tribunal administrativo, según dijo Claver-Carone a The New York Times el lunes. No quiso hacer más comentarios.
Un portavoz del banco remitió al Times a un comunicado de 2022 y se negó a “revelar más información sobre asuntos del personal”.
“No hay región en el mundo que afecte más la vida de los estadounidenses día con día”, escribió Claver-Carone en un mensaje de texto. “Desde la migración al comercio, pasando por los estupefacientes, el presidente Trump ha dado prioridad a enfrentar las amenazas y oportunidades en la región como ningún otro presidente estadounidense en la historia moderna, y su equipo directivo lo refleja”.
Claver-Carone es una cara conocida en los círculos de las políticas de América Latina.
En la primavera de 2000, diplomáticos cubanos se enzarzaron con manifestantes ante la sede diplomática de Cuba en Washington y le propinaron dos puñetazos en la cara. Claver-Carone, estudiante de derecho en aquel momento, formaba parte de un grupo de personas que protestaban por la posible devolución de Elián González, un niño cubano que había aparecido perdido en el mar.
Los testigos dijeron que los diplomáticos, furiosos por el flujo constante de insultos que les lanzaban los manifestantes, salieron de sus oficinas de Washington un viernes por la noche y empezaron a agitarse. Los cubanos fueron finalmente expulsados del país, y cinco que ya se habían marchado fueron acusados penalmente.
A partir de entonces, Claver-Carone fue conocido como partidario del embargo comercial estadounidense y de otras duras políticas económicas destinadas a cortar la financiación al gobierno cubano.
Como asesor principal de la Casa Blanca para América Latina en el primer mandato de Trump, urdió una política hacia Venezuela en apoyo del líder de la Asamblea Nacional de Venezuela y sus pretensiones presidenciales. El plan se consideró en gran medida un fiasco. El líder de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, acabó por abandonar el país, y Nicolás Maduro se consolidó en el poder.
Ante los abusos contra los derechos humanos, Claver-Carone impulsó duras sanciones contra Venezuela y Cuba.
“Durante los últimos cuatro años, el caos y la anarquía han envuelto nuestras fronteras. Es hora de restablecer el orden en nuestro propio hemisferio”, escribió Trump en las redes sociales cuando anunció la selección. “Mauricio conoce la región y sabe cómo poner los intereses de Estados Unidos PRIMERO. También conoce las terribles amenazas a las que nos enfrentamos por la inmigración masiva ilegal y el fentanilo”.
Más recientemente, Claver-Carone ha estado trabajando en un fondo de capital riesgo, intentando llevar inversiones de Medio Oriente a América Latina, según informó Bloomberg la semana pasada.
Los críticos sostienen que las sanciones que Claver-Carone defendió contribuyeron a desencadenar una oleada migratoria desde esos países.
“Su indiferencia ante el sufrimiento humano y la dureza de las sanciones de las que fue responsable durante su mandato en la Casa Blanca generará molestia en América Latina sobre la sensatez de este nombramiento”, dijo Peter Kornbluh, autor de Back Channel to Cuba, una historia de las negociaciones entre Washington y La Habana.
Los expertos señalaron que el mandato de Claver-Carone podría complicarse por el hecho de que la mayoría de los grandes países latinoamericanos están gobernados por políticos de izquierda.
The New York Times