Tercera inculpación penal contra Donald Trump, pero esta vez se trata de acusaciones inéditas para un exjefe de Estado. Este jueves 3 de agosto, el expresidente llegó a la sede del tribunal federal del Distrito de Columbia para la lectura de cargos tras haber sido imputado por intentar revertir el resultado de las elecciones presidenciales de 2020, en las que perdió la reelección frente al actual mandatario Joe Biden.
Particularmente, Trump es acusado por su presunto rol en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. Los cargos son «conspiración para defraudar a Estados Unidos, conspiración para obstruir un procedimiento legal, obstrucción de un procedimiento legal y conspiración contra derechos».
Ante la jueza que le leyó los cargos, Trump se declaró inocente de los cargos que le acusan de conspirar para subvertir los resultados de las elecciones de 2020 y anular su derrota.
Según relata AP, antes de declararse no culpable, Trump respondió a preguntas básicas del juez y fue informado de los cargos que se le imputan y de las posibles penas. Los cargos más graves contemplan hasta 20 años de cárcel.
El fiscal especial Jack Smith supervisó varios meses de investigación y finalmente publicó un escrito de 45 páginas, en el cual acusa al expresidente de tratar de «revertir su derrota» por haber «presionado a los funcionarios de ciertos estados para que ignoraran el voto popular» en las elecciones presidenciales de 2020, crear «falsos electores»; presionar a su vicepresidente Mike Pence para que alterara los resultados a su favor y presuntamente utilizar el ataque a la sede del Congreso para «redoblar sus esfuerzos y denunciar falsas acusaciones de fraude electoral».
«A pesar de su derrota, el acusado estaba decidido a permanecer en el poder. Como resultado, durante más de dos meses después de las elecciones del 3 de noviembre de 2020, el acusado difundió mentiras de que había habido un fraude que cambió el resultado y que, de hecho, él había ganado (…) Estas alegaciones eran falsas y el acusado sabía que eran falsas», se lee en la acusación.
La jueza Tanya Chutkan fue designada de manera aleatoria para presidir el caso. Está encargada de escuchar los argumentos de los fiscales y de la defensa, y determinar las eventuales condiciones para que Trump quede en libertad.
Chutkan ya trabajó en varios juicios de acusados por haber participado en el asalto al Capitolio y se desmarcó por su severidad en estas sentencias. Además, rechazó en 2021 la petición de Donald Trump de mantener en secreto informaciones relacionadas con su papel el día del asalto. “Los presidentes no son reyes y el demandante no es un presidente», había dicho en ese momento.
La corte federal del Distrito de Columbia, donde Trump comparece, se encuentra a pocas calles del Capitolio y los servicios de seguridad se coordinaron para evitar desbordamientos en la capital este jueves. Las autoridades esperan cientos de manifestantes, pero no han confirmado una amenaza concreta.
Un caso sin precedentes
Donald Trump ya se enfrenta a otros dos procesos penales, uno por su presunta negligencia y robo de documentos confidenciales de la Casa Blanca y otro por los pagos sospechosos a una exactriz de cine porno para que mantuviera silencio sobre una presunta relación extramarital con el magnate convertido en político.
Sin embargo, este tercer caso es el más importante, ya que el exmandatario está acusado de haber ido en contra de los principios de la democracia estadounidense, al presuntamente intentar revertir los resultados de una elección presidencial.
Cada uno de los cuatro cargos del caso, le podría acarrear una pena máxima de entre cinco y veinte años de cárcel.
«Las acusaciones de Trump son verdaderamente históricas» porque nunca antes un presidente fue «acusado de difundir mentiras sobre unas elecciones e intentar utilizar la autoridad del Gobierno para frustrar la voluntad de los votantes expresada en unas elecciones presidenciales», aseguró a AFP Carl Tobias, profesor de Derecho de la Universidad de Richmond.
Según el profesor, la acusación es «jurídicamente extremadamente fuerte», ya que «explica clara y exhaustivamente las leyes y los hechos que muestran cómo Trump era consciente de sus mentiras». De hecho, comprobar que Trump mintió voluntariamente será una de las claves del juicio.
El favorito de los republicanos
A pesar de estas importantes acusaciones, Trump sigue muy bien posicionado para posiblemente ganar la nominación republicana para las presidenciales de 2024. El expresidente lidera las encuestas y amplió la distancia con el que le sigue en la carrera a la nominación de los conservadores, el gobernador de Florida Ron DeSantis.
Aunque no se conoce el impacto que tendrá esta tercera acusación para la candidatura de Trump a la Casa Blanca, es posible que no cambié mucho su popularidad. El controvertido líder sigue siendo, a los ojos de la mayoría de los republicanos, el candidato que tiene la capacidad de derrotar a un adversario demócrata en las presidenciales.
Con EFE y AFP