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Monseñor Gerardo Salas: «Debemos recuperar el hambre de Dios»

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Escrito por Redacción

Acarigua- Este domingo 4 de diciembre, segundo del Tiempo de Adviento, la parroquia Catedral Nuestra Señora de la Corteza, se vistió de gala para recibir la palabra de Dios pronunciada por Monseñor Gerardo Salas Arjona, Obispo de la Diócesis de Acarigua-Araure.

En misa concelebrada junto al párroco, Luis Fernando Rangel, Monseñor Salas manifestó que en este tiempo litúrgico del Adviento , la iglesia propone hacer un retiro espiritual, a nivel personal, de familia y en comunidad cristiana. Expuso el prelado que este tiempo es una oportunidad que la iglesia nos presenta para pensar, reflexionar, reconfortar, entender y comprender el camino de Dios que cada uno estamos llamados a transitar.

La palabra del día la presentó, primeramente, haciendo una invitacion a la conversión, que implica cambio, transformación, ser testimonio de palabra y de vida, ir al encuentro de Dios, «no esperar que él resuelva nuestros problemas, que venga a darnos lo que necesitamos, somos nosotros quienes debemos abrirle nuestros corazones, mejorar nuestras vidas para recibir sus gracias», expresó.

Una segunda explicación de las escrituras, vinculadas a Isaías, Pablo y Juan el Bautista, nos llama a soñar siempre en esa experiencia profunda con Dios, a no acostumbrarnos a vivir en el mal, sino a vivir siempre en la alegría, en el amor, el respeto, la comunicación, a vivir en realidades buenas y positivas, además, dijo, «no perdamos la capacidad de soñar con una familia hermosa que se ame en comunidad que viva la fe en Dios, que hable de Dios, proyecte las cosas de Dios».

Un tercer aspecto de la liturgia, tocado por Monseñor refiere a vivir en cercanía a Dios, porque él está en todas partes, reconocerlo como centro de nuestras vidas, en las que debemos «recuperar el hambre de Dios», nos invita a abrir nuestros corazones para ser transformados, que sintamos que con él todo lo podemos, debemos adentrarnos en su palabra, conocerla, porque sino no la podemos testimoniar.

Dijo Monseñor que es su deseo que esta navidad no sea solo para poner adornos, sino para prepararnos a su llegada, iniciarnos en la conversión, abrir nuestros corazones y poder sentir «que sin Dios no somos nada». Por último, expresó que el momento es hoy, es ahora, para comenzar una nueva vida, que es estar en gracia de Dios, que él habite en cada uno de nosotros, tal como lo propone el Papa Francisco.

Prensa Catedral (CNP 4655)

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