Armando Pérez, hermano del exdetective de la policía científica Óscar Pérez, pidió el lunes a los venezolanos no olvidar a las víctimas de la masacre de El Junquito ni su lucha por el restablecimiento de la democracia en el país, al cumplirse seis años de esos hechos.
«Quiero invitarlos a todos ustedes, los que los conocieron y los que no, a que los honren con una oración, con sus palabras, con sus acciones, con sus pensamientos. Que no los olviden, que los sigan nombrando. Que vivan como ellos vivieron, que sueñen como ellos soñaron, que amen como ellos amaron», dijo Armando en una publicación en Instagram.
Néstor Reverol, en ese entonces ministro de Interior, Justicia y Paz, confirmó la «muerte» de Óscar Pérez durante el procedimiento, en el que incluso habrían participado colectivos armados del chavismo. Señaló que con informaciones de dirigentes de la oposición que negociaban con el régimen chavista pudieron ubicar al expolicía en El Junquito.
El hombre, de 36 años de edad, lanzó una granada hacia el Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, pidiendo la libertad de Venezuela, y encabezó un asalto a un cuartel militar.
Reverol aseguró: «Pese a todos los intentos de lograr una rendición pacífica y negociada, este grupo terrorista fuertemente armado inició de manera artera un enfrentamiento con los organismos de seguridad, generando lamentablemente dos víctimas fatales de las fuerzas de seguridad».
Sin embargo, en las redes sociales circulan los videos tomados de una transmisión en vivo que hizo Óscar Pérez durante esos momentos. En ellos se escucha cómo intentó rendirse.
«Ante una agresión que pone en riesgo la vida e integridad de los funcionarios, se procedió, con los protocolos definidos, a neutralizar al grupo agresor, con el lamentable saldo de siete terroristas fallecidos», indicó Reverol.
En la publicación, Armando Pérez dijo que su hermano y sus compañeros de equipo fueron unos héroes que arriesgaron sus vidas «por una causa noble y justa». Afirmó que su sacrificio dejó un legado de valor, solidaridad y esperanza.
«Mi hermano era una persona especial, era un líder nato, que sabía motivar y guiar a los demás. Era un soñador que creía en un mundo mejor y luchaba por él. Era un amigo, que se entregaba sin reservas a los que quería. Sus compañeros de equipo eran como su familia. Compartían su visión, su pasión y su compromiso. Eran un ejemplo de trabajo en equipo, de lealtad y de amistad», manifestó.
Dijo que aprendió de Óscar Pérez el valor de la honestidad, la responsabilidad y la perseverancia. «Aprendimos que hay que luchar por lo que se cree, que hay que ayudar a los que lo necesitan, que hay que disfrutar de la vida, libres. Aprendimos que el amor es más fuerte que el odio, que la paz es más poderosa que la guerra, que la esperanza es más luminosa que la oscuridad», añadió.
Expresó sentirse orgulloso de las personas asesinadas, subrayó que no serán olvidadas y aseguró que buscará justicia.
El Nacional