Una protesta por el Día Internacional de la Mujer exigió el sábado la libertad de 121 presas políticas en Venezuela y denunció las «condiciones inhumanas» de su cautiverio.
«Las cárceles venezolanas están llenas de inocentes, no de terroristas», se leía en una pancarta desplegada en esta manifestación en la neurálgica Plaza Venezuela en Caracas, que congregó a unas 150 personas, la mayoría con los rostros tapados con camisas o pañuelos por temor a represalias de los cuerpos de seguridad, que custodiaron la protesta.
El total de mujeres detenidas por razones políticas se multiplicó en medio de los operativos que siguieron a las manifestaciones contra la cuestionada reelección de Nicolás Maduro en julio.
Más de 2.400 terminaron tras las rejas, incluidas cerca de 250 mujeres, según la ONG Foro Penal, que antes contaba alrededor de 30. Hoy quedan aún detenidas 121, tras un operativo de excarcelaciones propuesto por la fiscalía.
«Hay más de 120 presas políticas viviendo condiciones inhumanas, pero además de ello hay más de 1.000 familias viviendo este infierno, porque quienes contienen y luchan por nuestros seres queridos, somos las mujeres», dijo a la AFP Andreina Baduel, miembro del Comité por la Liberación de Presos Políticos.
Su hermano, Josnars Baduel, también está detenido por un supuesto plan contra Maduro.
«En honor a ellas y en honor a toda esta lucha que hemos librado durante años, estamos aquí luchando y alzando la voz«, añadió Baduel.
Entre las detenidas destaca igualmente la activista de derechos humanos, Rocío San Miguel, acusada de traición a la patria, terrorismo y conspiración, y cuyo juicio está previsto para que comience el 31 de marzo.
Seguidoras del chavismo, en tanto, marchan hasta el palacio presidencial de Miraflores para expresar su respaldo a Maduro y celebrar las políticas «reivindicativas» de la mujer durante su gobierno.
AFP