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Así era la vida del taxista del Tren de Aragua asesinado en Colombia

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Escrito por Redacción

Deivi Antonio Herrera Mata, taxista venezolano de 39 años de edad, habría intentado dejar atrás un oscuro pasado criminal en el que se le vinculaba al Tren de Aragua. Apenas llevaba tres días al volante de un taxi en Medellín cuando lo asesinaron a tiros.

El crimen ocurrió el sábado en la madrugada en el barrio Naranjal, cuando dos hombres en motocicleta lo interceptaron y dispararon contra su vehículo. Tres proyectiles impactaron su cuerpo y le causaron la muerte en el lugar, publicó el medio colombiano Semana.

William Castaño, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, confirmó que el hombre tenía antecedentes por homicidio y estaba vinculado a la organización delictiva. Archivos judiciales y reportes periodísticos de La Opinión muestran que lo capturaron en junio de 2020 en Cúcuta, en una vivienda del barrio Carlos Ramírez París, luego del asesinato de Devinson David Zapata Leonis.

Según las autoridades, entonces era miembro activo del Tren de Aragua y tenía papel particularmente violento en la banda. Fuentes policiales indicaron que Herrera habría participado en la tortura y desmembramiento de al menos tres personas identificadas como Edies León Zapata, alias Deneiker, y otro conocido como alias Gustavo.

Llevó a las víctimas a una “casa de pique”
A las víctimas las llevaron a una “casa de pique”, en el sector El Quilombo, donde las asesinaron después de que las acusaron de traición. Por su participación en esos hechos, se le conocía con el alias de el Cirujano, debido a supuesta responsabilidad en el desmembramiento de los cuerpos.

En esa época se le vinculó con el Tren de Aragua en Villa del Rosario y en los alrededores del terminal de transportes de Cúcuta. La organización ejercía allí control sobre el microtráfico de drogas y otras actividades ilícitas.

Pese a ese historial, años después Herrera se encontraba en libertad y al parecer ganándose la vida como conductor informal en Medellín. Sin embargo, su asesinato volvió a ponerlo en el radar de las autoridades: abrió la puerta a nuevas preguntas sobre lo que hacía en Colombia y si aún mantenía vínculos activos con estructuras criminales.

“El hecho se está investigado. Se está analizando si se trató de un ajuste de cuentas, pero por ahora no se descarta ninguna hipótesis”, dijo el general Castaño. Insistió en que el crimen sigue en etapa de verificación.

El Nacional

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