La empresa estatal rusa Rostec anunció el funcionamiento de una fábrica de munición para fusiles de asalto Kaláshnikov en Venezuela. El complejo, construido con apoyo de la agencia exportadora Rosoboronexport, tiene capacidad para crear hasta 70 millones de cartuchos de 7,62 milímetros al año, según la información divulgada por la agencia rusa Sputnik y por EFE.
La fábrica cuenta actualmente con cuatro líneas de ensamblaje operativas. Dos de ellas están destinadas a la producción de munición con núcleo de acero, mientras que las otras fabrican balas trazadoras y cartuchos de fogueo.Cada línea puede producir decenas de miles de cartuchos por turno, de acuerdo con declaraciones de voceros de Rostec. La empresa asegura que las pruebas realizadas han confirmado la funcionalidad de los equipos y la calidad de los productos.
Sputnik publicó en sus redes sociales videos que muestran parte de la instalación construida en Venezuela y el proceso de fabricación de la munición para fusiles Kaláshnikov.
Rusia espera fabricar fusiles Kaláshnikov AK-103 en Venezuela
Además de la producción de munición, se prevé la incorporación de nuevas líneas para fabricar fusiles Kaláshnikov AK-103 dentro del mismo complejo. El fin, dijeron, es establecer una cadena de producción que incluya desde el cartucho hasta el arma completa.
Según los rusos, se pretende dotar con este armamento al Ejército, la policía y otros cuerpos de seguridad del Estado venezolano.
La instalación también incluye otras estructuras complementarias como un campo de tiro para pruebas, áreas de almacenamiento intermedio de componentes, y un edificio para el tratamiento de residuos industriales, de acuerdo con Sputnik.
La inauguración de la planta se realizó en presencia del viceministro de Defensa Henry Rodríguez y el ministro de Industrias y Producción Nacional, el colombiano Alex Saab. El militar declaró que las líneas de producción y los espacios del complejo se ajustan a las especificaciones establecidas en el contrato.
Desde Rusia, el director ejecutivo de Rosoboronexport, Alexander Mijéyev, afirmó que la ejecución del proyecto se llevó a cabo a pesar de las sanciones internacionales impuestas tanto a Venezuela como a Rusia.
El funcionario señaló que estas restricciones representaron una presión adicional, pero no impidieron que la fábrica fuese completada y puesta en funcionamiento.
Este proyecto forma parte de un acuerdo más amplio de cooperación entre ambos regímenes, reforzado en mayo pasado con la firma de un tratado bilateral de 10 años. Eso contempla la colaboración en áreas estratégicas, incluyendo el sector militar.
La serie de fusiles Kaláshnikov, diseñada originalmente por Mijaíl Kaláshnikov en la Unión Soviética, es una de las más difundidas a nivel mundial. En Venezuela, este tipo de armamento ya es utilizado por las fuerzas armadas y cuerpos de seguridad, y con esta planta se busca ampliar la autonomía del país en materia de abastecimiento militar.
El Nacional
