Los obispos y arzobispos de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) realizaron su CXXIII Asamblea Ordinaria Plenaria en Caracas, entre el 10 y 14 de febrero. Concluyeron con reflexiones cuya intención es «iluminar, desde la fe, la compleja situación social, política, económica, cultural y ética» que se vive en el país.
En una Exhortación Pastoral «Constructores de esperanza», la CEV aseguró que persiste la crisis que ha sufrido Venezuela en los últimos años y desmintió que se haya normalizado la situación.
«Muchos son los interrogantes y angustias, temores y dudas que se anidan en el corazón y en la mente de los venezolanos sobre el futuro. Ante la realidad que vivimos resulta engañoso afirmar que la crisis que ha sufrido nuestro país en los últimos tiempos se ha superado, que la situación se ha normalizado y que podemos avanzar hacia situaciones más promisorias utilizando las mismas estrategias y acciones usadas hasta ahora», señalaron los obispos.
En su exhortación pastoral, los obispos instaron a sus fieles a encontrar los signos de esperanza a pesar de las preocupaciones y temores.
«Debemos prestar especial atención a la dramática situación de pobreza en la que viven muchos de nuestros conciudadanos, por los bajos ingresos económicos, la precariedad de los servicios públicos, educativos y de salud, y la inseguridad jurídica», añadieronNombramientos
Durante la celebración de esta asamblea plenaria, el episcopado eligió a los miembros de su presidencia, confirmando a monseñor Jesús González de Zárate, arzobispo de Valencia, como presidente.
Monseñor José Luis Azuaje, arzobispo de Maracaibo, fue elegido como primer vicepresidente; monseñor Carlos Curiel, obispo de Carora, como segundo vicepresidente; y monseñor José Antonio Da Conceicao, obispo de Puerto Cabello, fue nombrado a la Secretaría General.
El Nacional