Unicef informó que en el año 2024 brindó asistencia humanitaria 1.433.182 niños en Venezuela, de los cuales el 52% son niñas, un 84% de la población que se plantearon como meta.
Así precisaron en su más reciente reporte publicado el 7 de febrero de 2025, en el que también detallaron que, a pesar de estos esfuerzos, la falta de financiación amenaza con revertir los avances logrados en áreas críticas como la salud materna y neonatal, el tratamiento de la desnutrición infantil y la recuperación del aprendizaje.
El documento resaltó que la asistencia humanitaria brindada se prestó en un contexto “marcado por la superposición de una prolongada crisis humanitaria, emergencias climáticas” y el conflicto político tras las elecciones presidenciales de julio de 2024.
Como parte de su llamado de Acción Humanitaria para la Infancia de 2024, Unicef identificó a 7,7 millones de personas necesitadas en el país, incluidos 3,8 millones de niños y se centraron en 3,1 millones de personas, incluidas 1 530 200 mujeres y niñas (50%) y unas 367 250 personas con discapacidad (12%). En el grupo había 1,7 millones de niños (835.915 niñas y 200.620 niños con discapacidad).
Como resultado de las múltiples crisis superpuestas y las limitaciones de financiación, Unicef solo pudo llegar a 2 154 044 personas en Venezuela (el 69% de la meta) con intervenciones humanitarias integradas entre enero y diciembre de 2024. Esto incluye a 1.433.182 niños (84% de la meta), de los cuales el 52% son niñas.
Contexto político afectó prestación de ayuda
El documento refiere que el panorama para brindar la asistencia humanitaria se complicó aún más tras las elecciones presidenciales de julio de 2024, que generaron disturbios civiles y “agravaron los desafíos logísticos para importar suministros esenciales”.
Entre los retos en este sentido mencionaron el aumentos en los costos, aranceles más altos, obstáculos burocráticos, tipos de cambio volátiles y la escasez de gasolina, elementos que dificultaron las operaciones de Unicef.
Crisis entrelazadas
El contexto venezolano en 2024 estuvo marcado por una compleja combinación de factores que agravaron las necesidades humanitarias, alerta Unicef.
Aunque el Producto Interno Bruto (PIB) del país registró un crecimiento del 6% y la inflación mostró cierta disminución, estos indicadores macroeconómicos no se tradujeron en mejoras tangibles para las familias más vulnerables.
La canasta básica de consumo alcanzó los $662,8, equivalente a seis salarios integrales y 270 salarios mínimos, variables que “impactaron directamente a las familias más vulnerables, afectando el bienestar de los niños, niñas y adolescentes”.
A lo anterior se sumaron los sucesos climáticos que exacerbaron la crisis. Durante la temporada de lluvias, Venezuela experimentó 51 ondas tropicales que afectaron a 47 municipios en 17 estados, dañando viviendas, escuelas, centros de salud y servicios públicos.
Los datos de Unicef indican que al menos 75 200 personas resultaron afectadas por las lluvias, incluyendo 28 400 niños. En estados como Sucre y Zulia, las inundaciones recurrentes dejaron a decenas de miles de personas en situación de vulnerabilidad, con necesidades urgentes de albergue, alimentos y atención médica.
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